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La felicidad es posible a partir de diez ingredientes básicos que, combinados en su justa medida, dan lugar a un coctel que todos desean tener: paz interior y capacidad de disfrutar de la vida, plantea el psicólogo español, Rafael Santandreu, en su libro \’Escuela de felicidad\’.\»Si la mezcla es la correcta, seremos felices. Pero si ponemos más cantidad de una cosa que de otra, no saldrá bien\», dijo.
En \’Escuela de felicidad\’, Santandreu plantea que el ser humano está diseñado para ser feliz, tal y como lo están el resto de las especies, pero que en el proceso de socialización sucede algo que lo estropea.
\»Creamos necesidades allí donde no las hay. La sociedad de consumo nos convence que necesitamos una casa en propiedad, enviar a los niños a un buen colegio, tener éxito profesional, mantener un cuerpo esbelto. \»Esas ideas irracionales nos causan grandes problemas emocionales\», dice en su libro que se venderá próximamente en México.
Tras años dedicado a la Psicología Clínica y la Terapia Estratégica, Rafael Santandreu se decidió a escribir este libro, motivado por las historias de sus propios pacientes.
El libro reúne los fundamentos de las principales escuelas terapéuticas, pero además una selección de las diez mejores entrevistas que hizo a grandes personajes de la psicología, cuando era redactor en jefe de la revista Mente Sana.
El autor de \’Escuela de felicidad\’, a lo largo de 256 páginas, intenta desentrañar uno de los secretos más deseados por la humanidad: la receta de la felicidad, y aspira a que su libro sea una guía para que los lectores puedan \’entrenarse\’ para ser dichosos.
En entrevista telefónica con Notimex, el especialista en Psicología Clínica por el Centro di Terapia Strategica de Arezzo, Italia, explicó que no se trata de eliminar los deseos, pero sí de no exagerar la importancia o \’necesidad\’ de los mismos.
\»El principal factor de felicidad es un tipo de flexibilidad mental llamada sano desapego. El sano desapego sirve para relativizar las adversidades. Las personas fuertes a nivel emocional son aquellas que saben contentarse con poco cuando es necesario, aquellas que no se hunden cuando las cosas no salen bien\», manifestó.
Santandreu, quien es profesor en la Universidad Ramon Llull, en Barcelona, enfatizó que cuando se alcanza el sano desapego las personas no se deprimen fácilmente.
Por ejemplo, dijo, \»se anhela de manera racional y equilibrada tener un buen trabajo, te ilusionas con ello, pero si no lo logras, no te deprimes\».
\»El sano desapego se puede aprender y, con una terapia moderna de pocos meses de duración, la persona se transforma en alguien más fuerte, optimista, estable y feliz\», explicó.
\»Las personas emocionalmente vulnerables no poseen el sano desapego y caen en la \»terribilitis\», la tendencia a calificar de terrible cualquier adversidad de la vida, por pequeña que sea\», manifestó el psicólogo egresado de la Universidad de Barcelona.
El profesor que actualmente también dirige su propio centro de terapia en esa ciudad, resaltó que además de evitar lo que el denomina como \»necesititis\», son ingredientes importantes para la felicidad la salud física, tener una buena relación de pareja, vivir a un ritmo más lento y no pretender conseguir tanta seguridad personal.
Manifestó que la felicidad \»es ese estado en el que estamos en paz, disfrutamos de las pequeñas cosas, tenemos ganas de crear, de construir cosas y de hacer proyectos\».
\»Si somos felices, nos sentimos seguros de nosotros mismos, nos relacionamos con los demás con fluidez, deseamos compartir.
Prácticamente, no experimentamos temores y sentimos que tenemos todo lo que necesitamos para estar bien\», abundó.
Respecto a las necesidades reales, Santandreu aseguró que es suficiente con comer y beber, \»es nuestra mente la que nos dice que necesitamos más. Es como una espiral. La infelicidad procede de ideas irracionales no de necesidades reales\».
\’Las necesidades hacen a las personas más débiles, porque si no tienen lo que creen que necesitan, están mal y deprimidas. Y si lo tienen, temen perderlo. No se trata de abandonar todo. Añadió que \»podemos educarnos a nosotros mismos para ser felices. El primer paso tiene que ser decidirse a cambiar, no dejarse llevar por pensamientos catastrofistas y tomar la resolución de convertirse en personas positivas\».
En realidad, indicó, la felicidad depende de un tipo de educación que no se ha enseñado, pero siempre se está a tiempo para entrenarse para ser felices.
Otra cosa que propone el especialista, es alcanzar la felicidad a través del diseñar \’nuestra escala de valores de forma que sea más funcional, más sana\’.
Por ejemplo, si la amistad o las relaciones personales son lo que ofrece más satisfacciones, se debe invertir más tiempo y esfuerzo en cuidarlas y reforzarlas, con una buena escala de valores, la felicidad está más cercana, subrayó.
Entre los factores básicos de felicidad, uno que destaca es la nutrición.
\»Hoy en día se sabe que una nutrición correcta, equilibrada en ácidos grasos y otros elementos, genera mentes equilibradas y pacíficas. Las dietas del primer mundo son pobres en este balance de ácidos grasos, lo cual incrementa la agresividad y la depresión en torno a un 30%\», precisó.
Así es que para poner en práctica este recetario de la felicidad, solo es cuestión de saber mezclar adecuadamente los ingredientes, hornearlo a la temperatura precisa y durante el tiempo apropiado.
Ciudad de México, junio 26/2010(Notimex)