Científicos británicos hallaron tres nuevos factores de riesgo genético para el cáncer testicular, la forma más común de la enfermedad en los hombres jóvenes, y dijeron que sus resultados pueden ayudar a mejorar los tratamientos y el diagnóstico.
Un equipo liderado por el Instituto de Investigación del Cáncer (ICR) analizó los mapas genéticos de alrededor de 6000 hombres, algunos de los cuales tenían cáncer de testículo, y detectó que tres variantes genéticas eran significativamente comunes en los pacientes con cáncer.
“Los genes ubicados en estas (tres) regiones nos dan claves de los mecanismos por los cuales se desarrolla el cáncer testicular”, dijo Nazneen Rahman, profesora de ICR que trabajó en el estudio. “Con el tiempo, esto nos permitirá desarrollar nuevas opciones de tratamiento”, agregó.
Los investigadores confirman sus resultados analizando a otros 670 pacientes con el cáncer y a 3500 hombres sin la enfermedad.
Los resultados, publicados en la revista Nature, llevan el número de regiones genéticas asociadas con el riesgo de cáncer testicular a seis, después de que estudios previos identificaron otros.
“Este estudio representa un nuevo e importante progreso en la identificación de los hombres que están en un mayor riesgo genético de desarrollar cáncer testicular”, dijo Clare Turnbull, líder del estudio.
“Encontrar a los hombres con mayor riesgo nos permitiría lograr un diagnóstico temprano o la prevención de la enfermedad”, añadió.
El cáncer de testículo es el tipo más común de la enfermedad en hombres con edades entre 15 y 45 años. Es considerado uno de los más tratables porque generalmente responde bien a la quimioterapia, pero los sobrevivientes a menudo tienen problemas de fertilidad después del tratamiento.
La enfermedad tiene un fuerte componente genético y los hombres que tienen un hermano afectado por cáncer testicular tienen un riesgo de ocho a diez veces mayor de desarrollar la enfermedad que los hombres sin antecedentes familiares.
Los tres genes identificados los científicos británicos se llaman TERT, ATF7IP y DMRT1.
Turnbull y su equipo explicaron que el TERT y el ATF7IP fueron importantes para mantener el largo correcto de los extremos de los cromosomas, denominados telómeros.
Los telómeros acortados son un rasgo conocido de varios tipos de cánceres y las variaciones en el gen TERT ya han sido asociadas con otros cánceres, como el de pulmón, vejiga, cervicouterino, páncreas, piel y próstata.
El tercer gen detectado en el estudio, DMRT1, tiene un rol importante en la determinación del sexo y estuvo implicado en el desarrollo del cáncer testicular en ratones.
Londres, junio 14 (Reuters)

junio 15, 2010 | Lic. Aleida Figueroa Silverio | Filed under: Enfermedad Neonatal Congénita, Neoplasias, Oncología | Etiquetas: , , , |

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