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El aumento de las temperaturas mundiales favorece la propagación de enfermedades infecciosas en el hemisferio norte, de acuerdo a un reporte de científicos europeos.
El informe vincula el alza de las temperaturas con la expansión de la fiebre amarilla, el dengue, el paludismo y hasta la “plaga humana” en Europa. \»Ya se puede distinguir la fundamental influencia del cambio climático en la enfermedad infecciosa y es probable que emerjan nuevos vectores y patógenos, que podrían asentarse en Europa en los próximos años\», según documento del Consejo Asesor Científico de Ciencias de Europa (EASAC). El grupo independiente está formado por 26 academias científicas nacionales de toda la Unión Europea (UE).
Expertos en clima de Naciones Unidas recomendaron reducir las emisiones de carbono para prevenir que las temperaturas globales aumenten dos grados Celsius por encima de los niveles preindustriales. Pero la perspectiva es poco esperanzadora debido a que los negociadores internacionales están avanzando lentamente. Cuando las temperaturas suben, los insectos que propagan enfermedades maduran más rápido y se reproducen más, indica el reporte.
Pese a que el documento es cauteloso acerca de establecer un vínculo directo entre el calentamiento global y la expansión de enfermedades, el director de la EASAC precisó que el riesgo es innegable y solicitó más trabajos de investigación.
\»Para mí, no es importante cómo lo llamemos, sino que hemos tenido temperaturas más altas en los últimos 20 ó 30 años, algo que está documentado\», destacó el doctor Volker ter Meulen. \»Estas mayores temperaturas hacen que los vectores y los virus crezcan más rápido y se produzcan más, por lo que causarán más enfermedades\», agregó.
Por ejemplo, el clima más cálido en Europa ofrecerá nuevos hábitats para el mosquito que transmite la fiebre amarilla, el virus del Nilo Occidental, la fiebre del dengue y la encefalitis. El mismo insecto fue asociado con más de 200 casos europeos de chikungunya, un virus que causa fiebre y destrucción de las articulaciones, manifestó ter Meulen.
La Comisión Europea apoya la necesidad de seguir estudiando el tema, reportó Peteris Zilgalvis, jefe de la unidad de investigación de enfermedades infecciosas. \»El impacto es inevitable. Se necesita una acción concertada tanto a nivel de la UE como a nivel nacional, porque las enfermedades infecciosas no se detienen en las fronteras\», concluyó.
Brusela, junio 10/2010 (Reuters)