Usar una cucharadita o una cucharada para administrar los medicamentos a los niños con frecuencia puede llevar a errores con la dosis del fármaco, informa un estudio reciente.

coughLas indicaciones de los fármacos basadas en cucharadas o cucharaditas duplicaron las probabilidades de un padre de medir de forma incorrecta la dosis indicada, y también duplicaron el riesgo de no seguir la receta del médico con precisión, hallaron los autores del estudio.

«Usar preferentemente los milímetros en las indicaciones sobre las dosis para los medicamentos líquidos podría reducir la confusión de los padres y reducir los errores con los medicamentos, sobre todo para los grupos que están en riesgo de cometer errores, como los que tienen pocos conocimientos básicos sobre la salud y las personas que no hablan inglés», comentó la autora líder del estudio, la Dra. Shonna Yin, profesora asistente de pediatría de la Facultad de Medicina de la NYU en la ciudad de Nueva York.

Los hallazgos del estudio aparecen en la revista Pediatrics (doi: peds.2014-0395).

Cada año, hay más de 10 000 llamadas a los centros de control de intoxicaciones debido a administrar a un niño la dosis incorrecta de medicamentos orales líquidos, según la información de respaldo incluida en el estudio.

Varios grupos han sugerido que los pediatras y los farmaceutas cambien a las dosis en milímetros para los pacientes jóvenes, entre ellos la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. y el Instituto para las Prácticas Farmacológicas Seguras (Institute for Safe Medication Practices).

Para averiguar si esto ayudaría, Yin y sus colaboradores observaron a 287 padres que suministraban un medicamento a sus hijos.

Los investigadores hallaron que, en general, el 39 % de los padres midieron de forma incorrecta la dosis deseada, y en última instancia, el 41 % cometieron un error al medir lo que su médico había recetado.

Los padres que usaron medidas en cucharadas o cucharaditas tenían 2.3 veces más probabilidades de servir la dosis incorrecta, y 1.9 veces más probabilidades de no seguir la receta de forma precisa, señalaron los investigadores.

Casi una tercera parte de los padres a los que se dieron indicaciones con dosis en cucharadas o en cucharaditas eligieron una cuchara de cocina, lo que hizo que hubiera 2.5 veces más probabilidades de que administraran la dosis errónea, advirtió el Dr. Ian Paul, vicepresidente asociado de investigación del departamento de pediatría del Colegio de Medicina de la Universidad Estatal de Pensilvania.

«Cuando se observa una cuchara de cocina, la cantidad que en realidad habrá en la cuchara tiene menos probabilidades de ser exactamente la deseada», dijo Paul. «Es menos probable que se vierta la cantidad adecuada en esa cuchara y que luego se administre a la boca del niño».

La inexactitud de las cucharas de cocina se hace incluso más preocupante dado que los fármacos se recetan a los niños según su peso, para asegurar que reciban una dosis precisa, comentó Heather Free, farmaceuta de Washington D.C., y vocera de la Asociación Americana de Farmaceutas (American Pharmacists Association).

Los niños son más sensibles que los adultos a muchos fármacos, y que la dosis sea incluso ligeramente errónea puede conducir a problemas.

«Tan solo una cantidad minúscula, un milímetro de más, puede aumentar los niveles de toxicidad o no dar una dosis suficiente al paciente», comentó Free.

Algunos padres también tienen problemas para distinguir entre una cucharadita y una cucharada, o entre las abreviaciones cdta. (tsp., en inglés) y cda. (tbsp), apuntó Paul.

«No es tan fácil saber que la abreviación quiere decir cucharadita, no cucharada, sobre todo para los padres con unos conocimientos básicos de salud pobres», planteó Paul.

Para evitar los errores en la dosificación, algunas cadenas farmacéuticas emiten ahora las recetas pediátricas con instrucciones de dosificación en milímetros, y dan a los padres jeringas orales para medir cada dosis de forma precisa, dijo Free.

Free utiliza las dosis en milímetros al emitir recetas para los niños, e incluso marca la dosis recetada en la jeringa oral de forma que los padres no tengan que intentar determinar la cantidad correcta con la mirada cada vez.

Los padres no deben tener miedo de pedirle al médico o farmaceuta que haga que la receta de su hijo sea más fácil de administrar, enfatizó Yin.

«Los padres deben pedir al médico o al farmaceuta que les dé la dosis en milímetros en lugar de cucharaditas y cucharadas», aconsejó. «Los padres también deben asegurarse de usar un dispositivo para las dosis, como una jeringa oral, un gotero o una cuchara de dosificación, en lugar de una cuchara de cocina, para medir la dosis».

Las farmacias tienen dispositivos precisos para dosificar a mano, y deben proveerlos si se les piden, aseguró Free.

«Si el farmaceuta no lo provee, exhorto a los padres a pedirle al farmaceuta una de sus jeringas orales desechables, y asegurarse de saber bien cómo usarla», planteó.
julio 14/2014 (Medlineplus)

Yin HS, Dreyer BP, Ugboaja DC, Sanchez DC, Paul IM, Moreira HA.Unit of Measurement Used and Parent Medication Dosing Errors.Pediatrics. 2014 Jul 14.

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