Unos cuantos kilos de más, las cifras de colesterol elevadas, un pico en la tensión… El cuerpo utiliza sus propias pistas para advertirle de que no se está cuidando todo lo que debiera. Estos signos hablan del presente, del impacto que le están causando determinados hábitos de vida, pero también pueden utilizarse como armas predictivas de lo que puede sucederle si no hace nada para evitarlo.

Una investigación publicada esta semana en la revista Circulation (doi: 10.1161/​CIRCULATIONAHA.110.002774) da cuenta de hasta qué punto son clarividentes estas señales. Según sus datos, los individuos que experimentan subidas pronunciadas en sus niveles de tensión en la mediana edad tienen muchas más posibilidades de sufrir un problema de corazón en el futuro que el resto de sus congéneres.

«Nuestro trabajo demuestra que deben aumentarse los esfuerzos para mantener en un nivel adecuado la tensión arterial y evitar, o al menos retrasar al máximo, la incidencia de la hipertensión arterial para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular», comentan en la revista médica los autores de este trabajo, de la Universidad Northwestern de Chicago (Estados Unidos).

Este equipo repasó el historial de más de 61 500 individuos que habían participado previamente en distintas investigaciones epidemiológicas. Entre otros factores, tuvieron en cuenta los cambios de presión que estos estudios habían reflejado durante una media de 14 años y analizaron si había alguna relación entre estas cifras y sus posibilidades de sufrir un infarto o un ictus en los años posteriores.

Sus datos demostraron que aquellos participantes que habían registrado hipertensión arterial o habían desarrollado la enfermedad en la mediana edad tenían un riesgo mucho mayor que quienes se habían mantenido o habían conseguido hacer descender estas cifras.

De hecho, «casi el 70% de los hombres que presentaba hipertensión arterial en la mediana edad sufrió un problema cardiovascular superados los 80 años», subrayan los investigadores, quienes también hacen hincapié en que posiblemente exista una relación estrecha entre el tiempo que una persona vive con hipertensión y sus posibilidades de que sus arterias enfermen.

«Por tanto, evitando la hipertensión arterial antes de la mediana edad y retrasando su aparición puede obtenerse un impacto significativo sobre las posibilidades individuales de convertirse en cardiópata», concluyen.
diciembre 26/2011 (Diario Salud)

Norrina Allen, Jarett D. Berry, Hongyan Ning, Linda Van Horn, Alan Dyer, Donald M. Lloyd-Jones.
Impact of Blood Pressure and Blood Pressure Change During Middle Age on the Remaining Lifetime Risk for Cardiovascular Disease: The Cardiovascular Lifetime Risk Pooling Project. Circulation, publicado diciembre (2011).

diciembre 27, 2011 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Enfermedades Cardiovasculares, Geriatría | Etiquetas: , , |

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