La clave para predecir qué pacientes con linfoma de Hodgkin tienen más riesgo de desarrollar cáncer inducido por la radioterapia años después del tratamiento parece estar en dos pequeñas variaciones genéticas. Si se confirma este hallazgo se podrían conseguir nuevas terapias para reducir riesgos en los pacientes más susceptibles.

Más del 90 % de los pacientes sobreviven a un linfoma de Hodgkin, uno de los de mejor pronóstico, tras una combinación de radiación y quimioterapia. Sin embargo, en un 20 % de estos enfermos aparece un nuevo cáncer en los 30 años siguientes. Cuanto más joven son los pacientes al recibir el tratamiento, mayor es el riesgo; de hecho, este efecto secundario de la radioterapia constituye la segunda causa de muerte en los supervivientes a largo plazo de este linfoma.

El estudio, que se publica en Nature Medicine (doi: 10.1038/nm.2407), lo ha llevado a cabo el grupo de Kenan Onel, de la Universidad de Chicago, y parte del análisis de los genomas de 178 pacientes con el linfoma que fueron tratados cuando tenían entre ocho y veinte años. Pasadas tres décadas, 96 desarrollaron un cáncer. De todos los polimorfismos nucleótidos hallados, tres aparecían con bastante diferencia en los genomas de esos 96 pacientes. Al repetirse el análisis comparándolos con los que no habían sufrido el tumor, se dedujo que dos variantes genéticas en la región 21q del cromosoma 6 resultaban muy significativas. Ambas se encuentran cercanas al gen PRDM1.

En estudios previos se había constatado que PRDM1 se halla implicado en una gran variedad de procesos celulares fundamentales, como la profileración, la diferenciación y la apoptosis, que a su vez pueden derivar en cáncer: la actividad de este gen se pierde en muchos tipos diferentes de tumores.

En las muestras estudiadas, cerca del 33 % de los pacientes que presentaban los dos polimorfismos de alto riesgo desarrollaron un nuevo cáncer, mientras que esto sólo ocurrió en el 3 % de los enfermos con las dos variantes genéticas protectoras.
\»Tomados estos datos en conjunto, podemos decir que PRDM1 es un gen tumor supresor en la respuesta a la radioterapia. Este gen puede ser importante para entender el origen de un segundo cáncer en los supervivientes del linfoma de Hodgkin pediátrico, así como en otros pacientes oncológicos tratados con radioterapia\», afirma Onel.

El trabajo también aporta cierto optimismo al campo de los estudios pangenómicos, pues confirma que sí pueden revelar información de utilidad clínica para la predicción del riesgo, la respuesta a la terapia y la supervivencia.
Julio 26/2011 (Diario Médico)

Timothy Best, Dalin Li, Andrew D Skol, Tomas Kirchhoff, Kenan Onel, et al. Variants at 6q21 implicate PRDM1 in the etiology of therapy-induced second malignancies after Hodgkin\’s lymphoma. Publicado en Nature Medicine. Julio 24/2011

julio 29, 2011 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Genética, Oncología | Etiquetas: , , , , |

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