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El nuevo fármaco, llamado tenofovir alafenamida, no genera toxicidad a largo plazo en los tejidos de los pacientes con VIH sino que lo hace directamente en las células linfoides.
Tenofovir disoproxil fumarato, uno de los fármacos más utilizados en el tratamiento contra el VIH, puede causar a largo plazo efectos tóxicos en el riñón y los huesos en una pequeña proporción de enfermos, pero que se incrementa con el aumento de la edad y de comorbilidades de estos pacientes. Un estudio publicado en «The Lancet» ha comprobado que un nuevo fármaco tiene la misma eficacia pero con una gran ventaja: no repercute negativamente en los tejidos de los pacientes.
El nuevo fármaco, llamado tenofovir alafenamida, no genera toxicidad a largo plazo en los tejidos de los pacientes con VIH, ya que no se metaboliza en la sangre, sino que lo hace directamente en las células linfoides. De esta manera, se evita la posibilidad de que el riñón y los huesos de los enfermos queden dañados y, al mismo tiempo, se mantiene la alta eficacia del fármaco utilizado hasta ahora que, en un comprimido único en combinación con otros fármacos, es del 90 por ciento. «Este nuevo fármaco permite la misma eficacia conseguida hasta ahora con una mejor tolerabilidad a largo plazo. Este es un gran avance para una enfermedad crónica como es el VIH,» ha explicado Daniel Podzamczer, jefe de la Unidad de VIH del Hospital Universitario de Bellvitge, participante en este estudio internacional.
En la actualidad, tenofovir disoproxil fumarato se utiliza aproximadamente en el 65 por ciento de los tratamientos en diferentes combinaciones. Puede originar toxicidad tubular, lo que a largo plazo puede causar alguna enfermedad en el riñón o alteraciones óseas. «Es poco frecuente que los enfermos lleguen al extremo de sufrir estas enfermedades, ya que se hacen controles rutinarios para que eso no ocurra. La gran ventaja del nuevo fármaco es que con la misma eficacia se consigue mejor tolerabilidad y, además, que se puedan reducir los controles de sangre y de orina», indica Podzamczer.
El estudio ha comparado el tratamiento con ambos fármacos, en combinación con otros tres (emtricitabina, elvitegravir y cobicistat) en 1.733 pacientes de 16 países. «Los resultados han mostrado que los efectos negativos sobre el riñón y los huesos son significativamente más bajos en los tratados con tenofovir alafenamida, dotándolo así de mayor seguridad para el enfermo», Podzamczer. Después de las 48 semanas de seguimiento, los dos fármacos tuvieron un 90 por ciento de eficacia virológica.
mayo 1/2015 (Diario Médico)