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El desastre causado por el azote de temporales en el estado Rio Grande do Sul, que hasta la fecha ocasionó 41 muertos y 68 desaparecidos, signó en Brasil la semana que termina hoy.
Además de los fallecidos y personas en paradero desconocido, la Defensa Civil suma 32 248 fuera de casa, siendo 8 168 en refugios y 24 080 desplazadas (en moradas de familiares o amigos).
En total, 235 de los 496 municipios de la división territorial registraron algún tipo de problema, afectando a 351 639 personas.
Tales números pueden «cambiar sustancialmente a lo largo de los próximos días, en la medida en que la gente logre acceder a las localidades y logre tener la identificación de otras vidas perdidas», admitió el gobernador Eduardo Leite, quien confirmó además que algunas regiones recibieron más de 800 milímetros de lluvia.
El Gobierno estadual decretó calamidad pública en la región, medida reconocida por la administración federal.
Con lo anterior, el estado es capaz de solicitar recursos para acciones de Defensa Civil, como asistencia humanitaria, reconstrucción de infraestructuras y restablecimiento de servicios esenciales.
La Defensa Civil colocó la mayor parte de las cuencas hidrográficas con riesgo de subida de las aguas por encima de la cota de inundación.
El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva envió ayer 100 integrantes de la Fuerza Nacional para la región.
La tropa federal ayudará en las operaciones de rescate de residentes afectados por los desbordamientos.
De esa cantidad de uniformados, 60 de ellos son bomberos para auxiliar en la respuesta a la catástrofe causada por las fuertes lluvias.
También se trasladarán 25 camionetas, dos autobuses, un camión y tres botes de rescate. Son 36 los policías federales involucrados directamente en los trabajos
Lula, quien junto a un grupo de ministros visitó el jueves el estado, afirmó que la prioridad es salvar vidas tras reunirse con Leite.
Ante las inclemencias meteorológicas y sus consecuencias, el gobernador suspendió las clases en la red pública estadual y la medida alcanza a más de 700 000 alumnos en 2 340 escuelas.
«En el segundo momento, vamos a tener que cuidar de hacer una evaluación de los daños y, a partir de ahí, empezar a pensar en cómo encontrar el dinero para que la gente pueda reparar esos daños», señaló Lula.
Prometió que «no faltará, por parte del Gobierno federal, ayuda para cuidar de la salud, del transporte, de los alimentos. Vamos a dedicar 24 horas de esfuerzo para que podamos satisfacer las necesidades básicas de la gente que está aislada a causa de la lluvia», apuntó.
Segmentos noticiosos televisivos repiten imágenes dantescas, captadas por residentes y autoridades, que muestran a casas y autos siendo llevados por las inundaciones, y puentes destruidos.
04 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia