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En los últimos cinco años al menos cinco países de las Américas reportaron casos y defunciones relacionadas con la ingestión de bebidas adulteradas con metanol, comunicaron hoy organismos sanitarios.
Entre 2020 y 2025 se registraron en América Latina múltiples brotes de intoxicación asociados con el consumo de bebidas alcohólicas adulteradas, en países como México, República Dominicana, Perú, Colombia y Brasil.
Así lo resaltan la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en su más reciente alerta epidemiológica: Riesgo de intoxicación por metanol.
Ante esta situación los expertos instan a los Estados Miembros a adoptar medidas para la vigilancia, control del mercado de alcohol no registrado y preparación de los servicios para la atención oportuna de estos eventos.
Asimismo, llaman a fortalecer la vigilancia toxicológica y epidemiológica, garantizar el manejo clínico oportuno de los casos, reforzar las acciones de prevención y comunicación de riesgos dirigidas a la población, y coordinar con las autoridades competentes para investigar y controlar la circulación de bebidas contaminadas.
El consumo de alcohol no registrado —aquel producido, distribuido o vendido al margen del mercado legal— constituye un riesgo sanitario significativo en la región.
Hasta el año 2021, aproximadamente el 13,8% del alcohol consumido en la zona no era contabilizado por los sistemas oficiales, lo cual incluye bebidas informales, productos caseros, alcoholes sustitutos (adulterados con limpiaparabrisas, enjuagues, anticongelantes, alcohol combustible) o importaciones ilícitas.
Estas formas de alcohol son usualmente menos reguladas y pueden contener contaminantes peligrosos, como metanol o metales pesados, que incrementan el riesgo de ceguera, daño neurológico o muerte, incluso en dosis relativamente bajas.
El metanol (también llamado alcohol metílico) se usa generalmente como aditivo de combustibles y también en la fabricación de productos químicos básicos como disolventes, líquidos anticongelantes y limpiaparabrisas.
Según los especialistas es muy difícil diferenciarlo del etanol por su olor o sabor, sin embargo, el primero es mucho más tóxico que el segundo.
El consumo de alcohol adulterado o producido de forma informal representa un peligro adicional al asociado con el consumo excesivo de etanol.
Los brotes de intoxicación afectan la confianza en los productos locales y la seguridad percibida en los destinos turísticos.
08 octubre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
