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Conocer la composición milimétrica de un tejido humano, estudiar el intercambio de sustancias en el organismo a nivel molecular y lograr representaciones de diagnóstico médico con mayor resolución y alcance de lo actual, es posible gracias a una nueva generación de imágenes por resonancia magnética desarrollada en la Facultad de Ciencias (FC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En vez de los 1.5 a 3 tesla (unidad de inducción magnética o densidad de flujo magnético) que utilizan los equipos convencionales, el nuevo, que está en experimentación, utilizará 15.2 tesla, explicó Jaime Fabián Vázquez de la Rosa, profesor de Física Médica en el Departamento de Física de la FC.
“La idea principal es transmitir la energía de radiofrecuencia, necesaria para obtener imágenes por resonancia magnética, de forma remota; es decir, mandarla lo más lejos posible de donde se encuentra la muestra o el paciente. Actualmente la técnica implica que se pongan antenas de radiofrecuencia que actúan como transductores de energía electromagnética y tienen que estar muy pegados a la muestra. Estamos proponiendo que las antenas estén lejos de donde está la muestra o el paciente y que por medio de guías de onda la señal viaje a través del espacio y llegue al receptor o a la antena”, explicó.
Esto trae consigo ventajas: evitar causar incomodidad a los pacientes y que en los llamados ultra altos campos magnéticos se produzca una excitación de energía homogénea; es decir, que no haya pérdida de señal de la imagen. Con esta técnica, llamada de imagenología por onda viajera, se genera una imagen más homogénea, con lo que se logra mayor eficiencia.
“Es más segura porque al no enviar energía muy cercana al paciente, la potencia que le llega es menor, pero es más homogénea y genera una mejor calidad de imagen”, detalló.
Este desarrollo se probará próximamente en el Departamento de Neuroimagen del Instituto de Neurobiología (INb), campus Juriquilla de la UNAM. Su publicación en un artículo científico mereció la portada de febrero en la revista internacional Journal of Magnetic Resonance.
Junto con Vázquez de la Rosa colaboraron en el proyecto Rodrigo Martín Salas, Sergio Solís Nájera y Lucía Medina Gómez, todos profesores de la FC de la UNAM. Actualmente, esta técnica la han probado en intensidades de campo que son experimentales, de 15.2 tesla, lo que significa un campo muy alto.
“La ventaja de lo que estamos proponiendo y hemos validado es que nuestro mismo dispositivo nos sirve para muchas intensidades de campo, de tal forma que actualmente hemos obtenido imágenes a 3 tesla, a 9.4 tesla y, lo más reciente, a 15.2 tesla; todo con el mismo modelo”, aseveró el especialista.
El sistema de 15.2 tesla lo utilizaron en un laboratorio de investigación en Viena, Austria, y probarán uno de 7 tesla en la Unidad Juriquilla de la UNAM.
Vázquez de la Rosa señaló que la resonancia magnética es tan versátil que permite lograr imágenes anatómicas y funcionales. Se pueden ver todo lo referente a tejidos blandos: hemorragias, coágulos, tumores y cartílagos, además de cómo consume oxígeno o energía el cerebro.