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El presidente de Estados Unidos anunció una estrategia de lucha contra el sida que busca bajar la tasa de contagio en un 25%, hacer pruebas a un 90% de los infectados y que el 85% de los pacientes tenga tratamiento inmediato.
El nuevo plan, que se dio a conocer de manera formal el martes, fija el modesto objetivo de conseguir que un 20% adicional de los mayores grupos de riesgo -como los gays, los hombres bisexuales y los de raza negra- sean tratados con medicamentos para controlar sus infecciones.
\»A menos que tomemos acciones audaces, enfrentamos una nueva era de aumento en las infecciones, mayores desafíos para el tratamiento de las personas que viven con VIH, y costos más elevados en los servicios de salud\», sostiene el reporte.
Estados Unidos debería ser capaz de reducir el número anual de nuevas infecciones en un 25%, desde 56 300 a 42 225 anuales para el 2015. La estrategia propone reducir la tasa de transmisión del VIH en un 30%. Actualmente, un 5% de los pacientes con VIH/sida infectan a otra persona, y el plan busca reducir esta tasa a un 3,5%.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) reportan que un 79% de las personas infectadas con VIH que causa el sida sabe que lo tiene y se pretende incrementar esta tasa a un 90%. Para este propósito, el plan hace un llamado para que la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) convierta en una alta prioridad la revisión de nuevas pruebas de diagnóstico del VIH.
También se compromete a que un 85% de los nuevos pacientes diagnosticados reciban tratamiento con un doctor o en una clínica en un período de tres meses. Actualmente, sólo un 65% de los infectados recibe tratamiento con esa rapidez. Además, se apunta a los comportamientos de las personas.
\»El Congreso y las legislaturas estatales deberían considerar la implementación de leyes que promuevan las prácticas de salud pública y enfaticen la mejor evidencia existente para la prevención del VIH en las minorías sexuales\», indica el texto. Más de 1,1 millones de personas en Estados Unidos están infectados con el VIH. Aunque sólo cerca de un 5% de los pacientes infectan a otra persona, esto es suficiente para mantener estables los niveles del virus en el país, según los CDC.
El virus fatal e incurable se transmite a través del sexo no protegido, transfusiones de sangre, la leche materna y por agujas contaminadas. El Gobierno estadounidense tiene un programa para enfrentar globalmente al sida -el Plan de Emergencia del Presidente para la Lucha contra el sida (PEPFAR)- pero no existía una estrategia doméstica similar con ese grado de coherencia.
Aunque el gobierno del ex presidente George W. Bush fue alabado por crear el PEPFAR, le llovieron las críticas por promover una educación sólo enfocada en la abstinencia en vez de programas más amplios que enfaticen el uso del condón.
El nuevo plan del presidente Barack Obama incluye la abstinencia, pero también enfatiza otros enfoques. \»Debemos dejar atrás la creencia de que un solo enfoque para la prevención del VIH funcionará, sea este el uso de condones, las pastillas, o la información\», precisa el plan. Algunos grupos activistas han comenzado a criticar la política aún antes de su divulgación, señalando que no se acerca remotamente a lo que esperaban.
El virus del sida infecta a 33 millones de personas globalmente y ha dado muerte a 25 millones desde que la pandemia comenzó en la década de 1980. En África, la mayoría de los pacientes nuevos con sida son mujeres infectadas por hombres durante una relación sexual. En Estados Unidos el VIH afecta de manera desproporcionada a los hombres que tiene sexo con otros hombres, a los negros y a los hispanos.
Washington, julio 13/2010 (Reuters)