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Ser innovador no quiere decir que haya que cambiarlo todo. A veces es posible aprovechar lo que existe. Así lo han pensado en el Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Universidad Pompeu Fabra, que en colaboración con la Universidad Politécnica de Cataluña y el Hospital Clínico de Barcelona han puesto en marcha un proyecto para lograr una colonoscopia cien por cien eficaz.
«Actualmente hasta un 22 por ciento de los pólipos no se detectan. Esto es básicamente debido a que la cámara tiene limitaciones del ángulo de visión y a la presencia de angulaciones y pliegues en el colon», explica Marta Guardiola, autora principal de un trabajo que se ha publicado en Medical Physics basado en los resultados de la prueba de concepto para mejorar la colonoscopia mediante el uso de imágenes por microondas.
Respuesta al campo eléctrico
Además de la falta de visibilidad, otro de los problemas de la colonoscopia es la falta de información que tienen los médicos para tomar decisiones durante su realización, viéndose muchas veces obligados a la extracción de todos los pólipos para su posterior análisis patológico, algo que puede tardar de entre 10 días a varias semanas. «Viendo estos dos problemas, el de la visibilidad y la falta de información sobre si el pólipo es benigno o maligno, decidimos desarrollar un pequeño dispositivo que se pudiera acoplar al extremo del colonoscopio y que diera información adicional basada en las microondas durante la exploración».
Este nuevo dispositivo se basa en las propiedades dieléctricas de los tejidos, en concreto a la respuesta del tejido biológico a un campo eléctrico aplicado a través de una fuente externa, lo que se conoce como permitividad compleja. Para llevar a cabo la prueba de concepto, se utilizaron diferentes tipos de tejido procedentes de 23 pacientes y a través de sus propiedades dieléctricas fueron capaces de caracterizar el tejido de colon saludable, colon con cáncer y muestras histológicas de diferentes tipos de pólipos.
El dispositivo consiste en un cilindro formado por diferentes antenas. Estas transmiten una señal que interacciona con los tejidos del colon y se reciben. Los datos se procesan y se obtiene una imagen a medida que se avanza en la exploración. «Si el tejido es homogéneo, sano, en la imagen queda reflejado como un todo uniforme. Cuando se detecta un cambio en las propiedades dieléctricas, aparece un contraste en la imagen».
Gran sensibilidad en neoplasias
Hasta el momento las pruebas se han llevado a cabo con tejidos ex vivo, pero los resultados invitan a ser optimistas y los autores señalan que el método propuesto sería cien por cien eficaz para el diagnóstico de cáncer, frente al 95 por cien de la colonoscopia estándar. Dicha efectividad sería igual también para los adenomas con displasia de bajo grado -frente al 61 por ciento de la colonoscopia tradicional- y para los pólipos con hiperplasia -con una sensibilidad del 74 por ciento en la colonoscopia-.
«Pero hay que incidir en que estos resultados son en tejidos ex vivo. Ahora tendremos que comprobar si In vivo, esto es, en humanos se mantienen. Esto solo ha sido una prueba de concepto, pero que ya ofrece unos resultados positivos que nos permiten seguir avanzando en el proyecto».
La siguiente fase consistirá en la miniaturización del accesorio, que se probará nuevamente con tejidos ex vivo para comprobar que su eficacia se mantiene. Tras esto se harían pruebas con cadáveres humanos y luego con modelos porcinos antes de poder empezar los primeros ensayos In vivo con humanos, que deberían llegar a finales de 2019.
Además de su gran sensibilidad, otra de las ventajas de esta innovación es que en principio no supondría una gran inversión, ya que las máquinas de colonoscopia actuales solo necesitarían añadir este accesorio. «Una de las principales causas de que no se implanten nuevas tecnologías médicas es que se quiere cambiar sustancialmente la práctica clínica. Nosotros partimos de la premisa de aumentar la eficacia de algo que ya funciona».
junio 24/2018 (diariomedico.com)