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Investigadores de la Universidad de Lincoln han dado un paso adelante hacia la comercialización de un fármaco basado en la teixobactina, un antibiótico natural producido por bacterias del suelo y descubierto en 2015, del que ya se anunció que podría convertirse en una nueva arma en la lucha contra las cepas resistentes a la meticilina de Staphylococcus aureus.
El objetivo de la síntesis ha sido producir una forma simplificada de la molécula, lo cual se ha conseguido a través del reemplazamiento de aminoácidos en regiones clave de su estructura. La variante seleccionada ha demostrado efectividad en el tratamiento de una infección en ratones. En contraste con la moxifloxacina, el nuevo antibiótico redujo la severidad de la infección y consiguió eliminarla.
Ishwar Singh, especialista en diseño de nuevos fármacos en el citado centro, afirma que el desarrollo de este derivado de la teixobactina supone un salto cuántico en la generación de antibióticos nuevos que puedan ser usados como opción de último recurso cuando todos los demás fracasan. Aunque todavía se requiere trabajo adicional para que el nuevo derivado sea aplicable en humanos, su desarrollo servirá sin duda para modificar la predicción de hasta 10 millones de infecciones fatales hasta el año 2050, vaticinada por algunos expertos.
abril 12/2018 (immedicohospitalario.es)