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Una cepa del paludismo resistente a los tratamientos existentes se extiende sin control por el sudeste asiático, adviertió la revista especializada británica The Lancet.
Uno de los grandes temores de la medicina relacionados con el paludismo se está haciendo realidad en Asia, pues la enfermedad se está adaptando como nunca antes a los fármacos que hasta ahora la combaten.
De acuerdo con la publicación, la cepa conocida como PfPailin no se puede tratar con los fármacos antipalúdicos convencionales, por lo que los investigadores temen que la infección no pueda ser rechazada con el actual cultivo de productos.
Se cree que PfPailin surgió hace unos años en Camboya, y desde entonces se ha extendido a Tailandia y Laos; en la actualidad ya se registra en la a subregión de Mekong, donde el número de infectados es cada vez mayor, pacientes a los que la cura de hace unos años ya no les sirve.
Actualmente en el sudeste de Asia las tasas de rechazo inmunológico al tratamiento alcanzan el 60 por ciento; el principal problema es la resistencia desarrollada por la cepa a dos de los fármacos más utilizados contra la enfermedad: la artemisinina y la piperaquina.
Se trata de una noticia alarmante, pues la Organización Mundial de la Salud afirma que 1,5 millones de personas están infectadas con paludismo en esa región cada año, lo que se traduce en más de 600 muertes anuales.
septiembre 26/2017 (PL)