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En un estudio de implantes magnéticos, llevado a cabo por Parashev Nachev, se utilizaron estos implantes para el tratamiento de una persona afectada de nistagmo refractario.
El autor principal del estudio, Parashkev Nachev, del University College de Londres, desarrolló una prótesis que contenía un imán que fue implantado en el suelo orbitario y que interactuaba con otro pequeño imán suturado a uno de los músculos extraoculares, y que controlaba los movimientos del ojo. Esta intervención se llevó a cabo en dos tiempos, una para cada ojo. La recuperación del paciente fue rápida y notó una clara mejoría en el movimiento del nistagmo y en la agudeza visual, aunque persistió una cierta diplopia que ya tenía antes del nistagmo. A los 4 años de la cirugía, el paciente sigue estable y ha mejorado su calidad de vida.
El trabajo, publicado en Ophthalmology, abre un nuevo escenario en el empleo de implantes magnéticos para optimizar el movimiento de distintas partes corporales.
julio 18/2017 (diariomedico.com)