jul
1
Una nueva vía de administración, a través de parches de microagujas, podría facilitar la vacunación, según muestra un ensayo frente a la gripe.
Un ensayo clínico en fase I que está llevando a cabo la Universidad de Emory, en colaboración con investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, ha demostrado que la vacunación contra la gripe utilizando parches de microagujas solubles es segura y se tolera bien. Esta novedosa vía de administración no solo proporciona una inmunidad efectiva frente al virus, sino que además se prefiere con mucho a la aguja por los participantes del ensayo. La vacuna con parche de microagujas también podría ahorrar dinero porque es fácil de autoadministrar, se puede transportar y almacenar sin refrigeración, y se elimina fácilmente después del uso sin dejar residuos punzocortantes.
Los resultados del estudio se publican en la revista médica The Lancet. La investigación está apoyada por el Instituto Nacional de Bioingeniería e Imagen Biomédica de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses.
«A pesar de la recomendación de la vacunación universal, la gripe sigue siendo una causa importante de la enfermedad que conduce a una morbilidad y mortalidad significativas,» dice el primer autor del trabajo, Nadine Rouphael, profesor de Enfermedades Infecciosas. «Tener la opción de una vacuna que se autoadministra de forma fácil y sin dolor podría aumentar la cobertura».
El primer ensayo clínico con los parches comenzó en junio de 2015 con 100 participantes de 18 a 49 años de edad, sanos y que no habían recibido la vacuna contra la gripe durante la temporada de gripe de 2014-15. El estudio se realizó en la Clínica Hope del Centro de Vacunas Emory, en Atlanta.
Los voluntarios fueron asignados al azar en cuatro grupos: en uno recibieron la vacunación mediante el parche administrado por un sanitario; la vacunación con parche de microagujas se autoadministró por los participantes del estudio; un sanitario administró la vacunación con una inyección intramuscular, y un sanitario administró un parche de microagujas con placebo.
Los resultados del estudio mostraron que la vacunación con los parches de microagujas era segura, sin que se informaran eventos adversos. Las reacciones cutáneas locales a los parches fueron en su mayoría enrojecimiento tenue y prurito leve que duró de dos a tres días. No se registraron nuevas enfermedades crónicas o enfermedades similares a la gripe ni con el parche ni en los grupos de inyección. Las respuestas de anticuerpos generadas por la vacuna, medidas a través del análisis de muestras de sangre, fueron similares en los grupos vacunados usando parches y los que recibieron inyección intramuscular, y estas respuestas inmunes seguían presentes después de seis meses. Más del 70 por ciento de los receptores de parches afirmaron que preferirían la vacunación con parches por inyección o la vacunación intranasal para futuras vacunas.
No se observó ninguna diferencia significativa entre las dosis de vacuna administradas por los sanitarios y las que se autoadministraron los voluntarios con los parches. Después de la vacunación, el estudio con técnicas de imagen mostró que las microagujas se habían disuelto en la piel. Las vacunas mantuvieron su capacidad inmune en los parches sin refrigeración durante al menos un año.
Los investigadores también están trabajando para desarrollar parches de microagujas para otras vacunas, incluyendo sarampión, rubéola y poliomielitis.
junio 30/2017 (diariomédico.com)