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La braquiteraquia basada en dosimetría In vivo potencia la braquiterapia que se indica en distintas enfermedades. Calidad y seguridad se ven reforzadas.
Los avances en la dosimetría In vivo permitirá «evaluar y conocer en el momento del tratamiento que la dosis administrada en braquiterapia es la planificada», ha explicado José Pérez-Calatayud, jefe de la Unidad de Radiofísica en Radioterapia del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia y coorganizador de la reunión BRAPHYQS-UROGEC, organizada por el Grupo Europeo de Braquiterapia (GEC) de la Sociedad Europea de Oncología Radioterápica (ESTRO), ha reunido en Benidorm, Alicante, a 25 de los especialistas en Oncología Radioterápica y Física más importantes de Europa en Braquiterapia.
En la reunión se han tratado diversos temas y proyectos relacionados con los aspectos físico-médicos de la braquiterapia y los clínicos de los tratamientos de braquiterapia urológica, enfocados a piel, próstata, vejiga, pulmón y ginecológicas, fundamentalmente.
Dosis exactas
El especialista ha señalado que «a corto plazo, dispondremos de equipos denominados de tracking, que detectan automáticamente la ubicación espacial de los catéteres insertados en los pacientes en braquiterapia. Además, serán complementados con detectores de radiación, que permiten la evaluación en el momento del tratamiento de que la dosis administrada es exactamente la planificada». Esta nueva metodología permitirá asegurar significativamente la calidad del tratamiento «poniendo de manifiesto potenciales desviaciones debidas a movimientos intrafracción o en la conexión de los tubos de transferencia».
Para poder sacar el máximo rendimiento, el grupo está realizando conjuntamente con la Asociación Americana de Física Médica un documento con recomendaciones a seguir por toda la comunidad en Radioterapia. Pérez-Calatayud ha avanzado que este consenso ayudará a homogeneizar el uso de esta tecnología, establecer los niveles de actuación y su incertidumbre: «Dentro de las recomendaciones se analizan las posibilidades de las diferentes alternativas, así como los requerimientos a considerar a la hora de adquirir estos equipos y su impacto en el procedimiento clínico. Por ejemplo, en el caso de braquiterapia de próstata, suele requerir un vector central adicional sobre el que se insertarían el detector o cadena de detectores. Las recomendaciones fijan el control de las modalidades de dosis integradas, así como de tasa de dosis desde la primera posición de irradiación para que, si es el caso, cualquier desviación puede detectarse y corregirse en los primeros momentos de administración de la radiación».
Braquiterapia focal
Otra línea de trabajo que ha analizado el encuentro, coorganizado en colaboración con el Instituto para el Tratamiento Integral del Cáncer de Hospital Clínica Benidorm (ITIC-HCB), es la braquiterapia focal, que persigue la realización de una técnica de próstata «muy selectiva al volumen afecto» y que implica unos niveles de precisión importantes en la «reconstrucción mediante ultrasonidos endorectal y su registro con resonancia magnética». En estos momentos, ya se viene utilizando en un número significativo de centros «con resultados muy positivos», ya sea en la modalidad de focal pura o en la mas extendida, consistente en intensificar la dosis en el volumen de mayor riesgo. Dichos resultados se plasman «en una reducción del PSA a la vez que de las toxicidades en uretra, recto y vejiga»
mayo 25/2017 (diariomedico.com)