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El baclofeno permite reducir el consumo de alcohol de los bebedores, según los resultados definitivos de dos estudios publicados recientemente.
Los últimos resultados de estos estudios, bautizados Alpadir y Bacloville, fueron presentados coincidiendo con las jornadas anuales de la Sociedad Francesa de Alcohología en París.
Estos confirman los primeros resultados presentados en 2016 durante el Congreso Mundial de Alcohología en Berlín.
Los resultados definitivos del Bacloville, auspiciado por la Asistencia Pública de los Hospitales de París (AP-HP) confirman ‘un efecto positivo’ del baclofeno a grandes dosis en la reducción del consumo de alcohol tras un año de tratamiento, apunta la AP-HP.
El estudio, realizado sin selección ni abstinencia previas, incluyó de mayo de 2012 a junio de 2013 a 320 pacientes de entre 18 y 65 años, seguidos por médicos generalistas.
Se trataba de enfermos ‘de todo tipo, como en la vida real, entre los que había depresivos, drogadictos o pacientes aquejados de cirrosis’, recordó Philippe Jaury, coordinador de la investigación.
Realizado por sorteo, la experiencia de Bacloville buscaba comparar la eficacia y seguridad del baclofeno a grandes dosis con las de un placebo en pacientes alcohólicos a los que no se les pidió que dejaran de beber.
Los resultados presentados por Jaury confirman el éxito del tratamiento: abstinencia o reducción del consumo hasta niveles médicamente correctos (en el 56,8 % de los pacientes tratados, contra el 36,5 % de aquellos a los que se les administró el placebo).
Esto es, una reducción del consumo ‘en más de uno de cada dos enfermos’, se congratuló Jaury. ‘Son unos resultados muy interesantes, o incluso excepcionales, sabiendo que cada 12 minutos muere un francés a causa del alcohol’, explicó.
Desde entonces, se realizaron análisis sobre la tolerancia y la inocuidad del tratamiento.
Los dos estudios revelan efectos secundarios, incluidos insomnio, somnolencia o depresión, más frecuentes con el baclofeno (44 % de los casos, frente al 31 % de los casos con placebo, según el estudio Bacloville).
Se registraron muertes durante el estudio Bacloville, tanto en el grupo de pacientes tratados con baclofeno como con placebo, según el especialista, que destaca la gran fragilidad de los enfermos implicados.
‘El baclofeno permite reducir el consumo de alcohol en un caso de cada dos, algo que no está tan mal’, recalcó a la AFP Michel Reynaud, presidente del Fondo Acciones Adicciones. Para el especialista, responsable del estudio Alpadir, ‘este medicamento es un plus en el arsenal terapéutico’ contra el alcoholismo.
El estudio Alpadir, de 7 meses de duración, implicó a 320 pacientes repartidos por sorteo en dos grupos (158 recibieron baclofeno en dosis de 180 mg/día y 162, un placebo).
No se registró ningún problema grave, pero los participantes habían sido seleccionados para descartar a los más afectados (como por ejemplo, por una cirrosis avanzada), a los descendientes de suicidas o a los que consumían drogas.
Para la abstinencia, objetivo principal del estudio, la eficacia del baclofeno no fue superior a la del placebo, confirmó. Según Reynaud, ese se debe a que las expectativas de los pacientes estaban más enfocadas en alcanzar una disminución del consumo.
La bajada del consumo observada fue más importante en el grupo tratado con baclofeno y todavía más acentuada en los bebedores de alto riesgo (más de 4 copas al día para las mujeres, más de 6 para los hombres). ‘Los bebedores de 12 copas diarias pasaron a 3 copas con el baclofeno, frente a 4,5 copas con el placebo’, señaló.
El baclofeno se popularizó gracias al libro ‘La última copa’ (2008), en el que el hoy fallecido cardiólogo Olivier Ameisen contaba cómo se curó de la adicción al alcohol gracias a esa molécula.
marzo 23/2017 (AFP)
Leer más sobre el tema en:
R(+)-Baclofen, but Not S(−)-Baclofen, Alters Alcohol Self-Administration in Alcohol-Preferring Rats
Correlates of Baclofen Effectiveness in Alcohol Dependence
Effectiveness and safety of baclofen for maintenance of alcohol abstinence in alcohol-dependent patients with liver cirrhosis: randomised, double-blind controlled study