jun
21
«Un 70 % de las amputaciones que se realizan hoy en día se deben a la diabetes, y en estas personas amputadas aumenta el riesgo de mortalidad al cabo de cinco años», según ha explicado el presidente de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV), Javier Álvarez Fernández, durante el 62 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular. La diabetes es la primera causa de amputación y las personas que padecen esta enfermedad tiene un 25% más de riesgo de tener una úlcera en una extremidad inferior, pie diabético, con riesgo elevado de amputación.
Las úlceras en los pacientes diabéticos deben ser controladas desde un primer momento y «se puede llevar a cabo por Atención Primaria, en los casos más leves, o bien por un especialista en angiología y cirugía vascular, o a una unidad especializada en los cuadros que se complican», señala el experto.
Los pacientes pueden llegar a presentar neuropatía, esto es, perder la sensibilidad en los pies, que hace que los roces producidos por el calzado no genere dolor y se tarde en detectar que están desarrollando una úlcera. Por desgracia, comenta, «en ocasiones se presentan retrasos en la derivación de ese tipo de pacientes, por lo que nos vemos obligados a realizar amputaciones».
Por su parte, el doctor Jesús Alfayate García, de la Unidad de Pie Diabético del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, ha hecho hincapié en la necesidad de contar con Unidades Clínicas de Úlcera de Pie Diabético «ya que sirven de referencia a especialistas como endocrinólogos, podólogos o médicos de primaria para intentar solucionar y prevenir la aparición de estas úlceras».
Novedades sobre pie diabético
La creación de equipos multidisciplinares ha demostrado que «se puede reducir el número de amputaciones y alcanzar una tasa de cicatrización de las úlceras superior al 80 % de los casos», afirma el doctor Alfayate.
Respecto al tratamiento del pie diabético, una de las últimas técnicas es la revascularización que consigue atajar esta patología pero que puede derivar, en el peor de los casos, en la amputación de la pierna.
«Aplicamos técnicas que permiten reducir el número de amputaciones de la extremidad en un 50 % de los casos; en nuestro país, el número de amputaciones mayores y menores causadas por pie diabético está en torno a las 8.000 anuales», asegura.
Las novedades en técnicas endovasculares también han ocupado un espacio en el congreso. Según el experto, «disponemos también disponemos de nuevas técnicas endovasculares en las cuales, a través de estrategias específicamente creadas para el tratamiento de arterias de menor calibre, se están empezando a abordar arterias que serían inasumibles desde el punto de vista quirúrgico».
«Un ejemplo de ellos es el caso de la revascularización de las arcos plantares del pie ante otras técnicas endovasculares. De hecho, estas técnicas han llegado para coexistir en esta patología dada la pérdida su eficacia de la cirugía clásica», ha concluido.