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La apnea obstructiva grave del sueño no tratada se asocia a una mayor agresividad del melanoma cutáneo maligno.
Esta novedosa relación se desprende de un estudio multicéntrico prospectivo sobre la relación entre los trastornos respiratorios del sueño (apnea o hipopnea) y el cáncer. El trabajo, que involucró a investigadores de los 24 hospitales docentes que forman parte de la Red Española del Sueño y la Respiración, se presenta en la Conferencia Internacional 2016 de la Sociedad Americana Torácica.
«Es el primer estudio multicéntrico prospectivo de gran tamaño construido específicamente para examinar la relación entre la apnea del sueño y un tipo de cáncer», dice el autor de la investigación Miguel Ángel Martínez-García, del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, en Valencia. «Aunque se necesita más investigación, este estudio muestra que los pacientes de este estudio tenían marcadores de mal pronóstico para su melanoma. También destaca la importancia del diagnóstico y tratamiento de la apnea del sueño», añade.
En el estudio participaron 412 pacientes, con una edad promedio 55,8 años, con casos confirmados de melanoma maligno cutáneo; el número de hombres y mujeres estudiados fue aproximadamente igual. Martínez-García, junto con otros investigadores, examinó una serie de factores que indican el pronóstico de los pacientes, incluyendo los índices de Clark y Breslow, que, en conjunto, determinan el estadio del melanoma.
Se sometió a todos los pacientes a un estudio del sueño y se excluyó a aquellos previamente tratados con CPAP. Los pacientes con diagnóstico de cáncer más agresivo presentaban una mayor prevalencia y gravedad de la apnea obstructiva del sueño. Esta relación resultó independiente de la edad, el sexo, el índice de masa corporal (IMC), el tipo de piel, la exposición al sol y otros factores de riesgo para el melanoma.
«La relación entre la apnea del sueño y las enfermedades del corazón, así como con los accidentes de automóviles, ya está bien establecida. Sobre la base de nuestro estudio, parece que una asociación entre la apnea del sueño y el cáncer también puede existir. Sin embargo, es muy importante que las personas con apnea del sueño no infieran que necesariamente van desarrollar cáncer».
Los investigadores eligieron enfocar el estudio en melanoma por diversas razones: el melanoma cutáneo puede observarse fácilmente y se mide, y su agresividad se determina con medidas validadas, como los índices de Clark y Breslow.
Miembros del equipo también han publicado un índice de tasa de crecimiento del melanoma. Además, en investigaciones anteriores con animales se ha mostrado un vínculo entre el crecimiento del melanoma y la apnea del sueño. «Nuestros resultados tienen implicaciones para los pacientes y médicos», destaca Martínez-García. «Las personas que roncan, se despiertan con frecuencia por la noche o tienen somnolencia durante el día deben ver a un especialista del sueño, especialmente si poseen otros factores de riesgo para el cáncer o ya tienen cáncer.
Los médicos, especialmente los dermatólogos, cirujanos de cáncer y oncólogos médicos, deben preguntar a sus pacientes sobre los posibles síntomas de la apnea del sueño y derivarles a un estudio del sueño si tienen estos síntomas».
Martínez-García y los demás investigadores del trabajo planean profundizar en este tema. En un primer estudio examinarán a estos pacientes a lo largo del tiempo, con el fin de analizar otras variables importantes como la recaída del melanoma, la mortalidad, la resistencia al tratamiento, el desarrollo de un segundo melanoma u otros tipos de cáncer y la metástasis, incluyendo la diseminación del cáncer a los ganglios linfáticos centinela.
Estos investigadores también están diseñando un estudio multicéntrico e internacional de pacientes con melanoma y otros tipos de cáncer para examinar el efecto de la terapia CPAP a largo plazo en los que también se constata que sufren apnea del sueño.
mayo 19/2016 (Diario Médico)