dic
13
Los hombres que reciben un tratamiento hormonal por un cáncer de próstata corren casi el doble del riesgo de desarrollar el mal de Alzheimer en relación a quienes no reciben tal terapia, reveló un estudio en Estados Unidos.
Los científicos autores del estudio no pudieron establecer ninguna causalidad definitiva entre la terapia hormonal, llamada terapia de privación de andrógenos (ADT), y el Alzheimer, pero sostienen que la asociación hallada es preocupante y amerita seguir siendo estudiada.
«Queríamos contribuir a la discusión sobre los relativos riesgos y ventajas de la ADT, y nadie había estudiado la asociación entre la ADT y la enfermedad de Alzheimer,» explicó Kevin Nead, médico en la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania y principal autor del informe.
«Basado en los resultados de nuestro estudio, un aumento del riesgo de la enfermedad de Alzheimer puede ser un potencial efecto secundario de la terapia de privación de andrógenos, pero se precisa más investigación (sobre esto) antes de evaluar si se deben cambiar las prácticas clínicas», matizó.
Los resultados se basan en dos grandes bases de datos de las historias clínicas de alrededor de 5 millones de pacientes, de los cuales 16 888 recibieron tratamiento por un cáncer de próstata.
De ellos, unos 2 400 fueron tratados con la terapia hormonal ADT y recibieron el seguimiento necesario para permitir el análisis de los datos, precisó el estudio.
Los investigadores compararon los pacientes de ADT con un grupo de control de pacientes con cáncer de próstata que no recibieron tal terapia y encontraron una diferencia significativa en el número de personas que desarrollaron la enfermedad de Alzheimer en los años que siguieron al inicio del tratamiento con ADT.
«Los métodos (estadísticos) más sofisticados mostraron que la probabilidad de contraer Alzheimer era 88 % mayor entre los pacientes que recibieron ADT durante el período de seguimiento», detalló el estudio.
Cuanto más largo fue el período de terapia de privación de andrógenos, más alto era el riesgo de desarrollar la enfermedad.
La terapia de privación de andrógenos baja la producción de las hormonas masculinas, llamadas andrógenos, que pueden jugar un papel importante en el crecimiento de las células de la próstata.
La supresión de los andrógenos puede conllevar diversos efectos secundarios, como bajos niveles de testosterona, impotencia, diabetes, enfermedades cardiovasculares y depresión.
Estudios anteriores han sugerido que bajos niveles de testosterona pueden debilitar la resistencia del cerebro a la enfermedad de Alzheimer.
diciembre 09/ 2015 (AFP) – Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2015. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.