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El jefe del Departamento de Ciencias Ambientales del Centro de Investigación de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Miguel Enrique Magaña Virgen, lamentó que haya una sociedad convencida de cambiar la conducta por el cuidado de nuestro planeta, pero no está dispuesta a hacerlo, «por el gran bombardeo de consumismo».
Aseguró que se requiere amor a este territorio, a la ciudad, al estado, al país, «este es un primer paso, el convencimiento y la conciencia de que las cosas pueden estar mejor» y comentó lo que ocurre con algunas sociedades como la Universidad de Guadalajara (UdeG) y otras que funcionan con energías verdes.
Y mencionó como ejemplos de trabajos exitosos de la UdG el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías de la UdeG que «recolecta materiales para bajar la presión de residuos, el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) que investiga sobre vivienda, para reducir el consumo de energías «.
Resalto el uso de abonos alternativos como la lombricultura » para bajar la presión de los agroquímicos en el campo».
Mencionó que apenas son ejemplos a seguir, pero lo principal es cambiar nuestra cultura con disposición y la intención de entender que la calle es de todos, que nuestra casa es una extensión de la calle, este territorio es nuestro, el país, el planeta; pero no lo cuidamos y no lo atendemos, lo cual es una condición necesaria».
Precisó que se avanzará «cuando surja esa sociedad convencida de que no sólo es proteger las cosas por protegerlas, sino que al hacerlo cuidamos justamente nuestra vida, porque en esto se nos va la calidad ambiental, el oxígeno».
La Universidad de Guadalajara (UdeG) ha sido un «bastión permanente en la protección del ambiente y en la promoción de la sustentabilidad desde hace muchos años», aclaró.
«Hay ejemplos muy claros de cómo la UdeG está preocupada por estas situaciones, por ejemplo al participar en las soluciones de asuntos como la muerte de cientos de peces en la Laguna de Cajititlán, en fin, en donde hay conflictos damos propuestas y generamos la participación de todos».
Magaña Virgen indicó que es destacable tan sólo el hecho de trabajar «con una base de un desarrollo sustentable, me parece que no sólo esta universidad, sino muchas otras, pero sin duda la UdeG es la punta de lanza en ese cambio de conducta que necesitamos, ya que o cambiamos de conducta o tendremos que cambiar de planeta».
Precisó que hay muchos ejemplos, «no tomemos pastillas para adelgazar, mejor caminemos; no comamos productos enlatados, mejor hay que cocinar nuestros alimentos; no utilicemos tanto el vehículo; tengamos área verdes en nuestras casas ya que unas simples macetas con plantas nos generan oxígeno, separemos nuestros residuos en orgánico e inorgánicos, etc.» En entrevista con Notimex, añadió que las actividades que tienen que ver con las sustentabilidad, «al final de cuentas hacía allá van dirigidos los asuntos verdes, son más bien de carácter experimental de algunos centros, de algunos grupos sociales y de universidades».
Comentó que para la reducción de gastos, sobresale la promoción que hacen diferentes universidades «para buscar nuevas formas de ahorrar energía».
Magaña Virgen afirmó que un buen ejemplo es lo que se hace en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), «de recolectar materiales reciclados para poder bajar la presión de los residuos y sobre todo para hacer un mejor aprovechamiento de carácter económico y que sirvan las cosas para algo».
Puntualizó que en el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias se hace investigación interesante sobre vivienda, sobre hornos «y sobre una serie de actividades que van a reducir energía, que son para uso público».
Manifestó que también está la lombricultura «como un abono alternativo en materia orgánica para bajar la presión de los agroquímicos en el campo».
noviembre 01/2015 (AFP).- Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2015 Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.