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Una investigación realizada en Reino Unido ha descubierto que los pacientes que tienen una inmunodeficiencia pueden excretar indefinidamente muestras del virus de la poliomielitis procedentes de la vacuna que lo combate.
Todos los países del mundo, a excepción de Pakistán y Afganistán, se declararon libres de la poliomielitis, lo que acerca la posibilidad real de erradicar en un futuro próximo esta enfermedad viral devastadora. Un estudio del Instituto Nacional de Control y Normas Biológicas, en Reino Unido, que se ha publicado en «PLOS Pathogens«, ha revelado los resultados de un individuo con una enfermedad inmune cuyas muestras de heces han contenido grandes cantidades vivas del virus de la polio durante más de 20 años. Los autores sugieren que los pacientes de este tipo podrían dar origen a nuevos brotes de poliomielitis y complicar su erradicación.
Existen tres cepas del virus salvaje de la poliomielitis y dos tipos diferentes de vacuna. La vacuna de la polio inactivada (IPV) es segura y eficaz en la inducción de anticuerpos neutralizantes que protegen contra la poliomielitis paralítica. No obstante, no induce inmunidad sustancial de la mucosa y por tanto no previene la excreción de virus. Por otro lado, la vacuna oral contra la polio (OPV; que contiene una muestra debilitada del virus) es eficaz, y además de los anticuerpos neutralizantes induce inmunidad de la mucosa, causando la muerte de los virus en el tracto gastrointestinal y reduciendo su excreción.
La OPV es menos segura que la IPV; en muy raras ocasiones, puede provocar la parálisis de la poliomielitis asociada a la vacuna o conducir a poliovirus de origen vacunal circulantes (PVOVc).
Polio en pacientes inmunodeficientes
Javier Martín, del Instituto Nacional de Control y Normas Biológicas, y sus compañeros, analizaron más de 100 muestras de heces recogidas entre 1995 y 2015 de un individuo que recibió un ciclo completo de vacunas en la infancia, incluyendo la OPV a los 5, 7, y 12 meses, con un refuerzo a los 7 años de edad. Más tarde se le diagnosticó una inmunodeficiencia que puede afectar a la capacidad del sistema inmune para matar a los virus en el tracto digestivo.
Los investigadores encontraron altos niveles del virus de la poliomielitis en todas sus muestras analizadas de heces. El estudio del ARN de estas cepas de virus de la polio de origen vacunal en individuos inmunodeficientes (iVDPV) mostró que los virus excretados eran diferentes de la cepa de vacuna debilitada. Todas las cepas iVDPV tenían mutaciones que revierten las características de atenuación de la cepa de la vacuna y con el tiempo también adquirieron otras mutaciones que afectaron a la estructura antigénica del virus. Todas las muestras iVDPV probadas fueron capaces de causar parálisis en ratones transgénicos que tenían un receptor humano de poliovirus.
A pesar de las diferencias entre las cepas iVDPV y la de la vacuna, el equipo científico obtuvo resultados tranquilizadores al observar que los sueros humanos neutralizan fácilmente incluso la cepa más divergente. De este modo, señaló «que los humanos vacunados están bien protegidos contra la infección de estas cepas iVDPV».
El estudio concluye que «mejorar la vigilancia incluyendo la toma de muestras de aguas residuales y heces para encontrar la presencia de cepas iVDPV, y desarrollar tratamientos antivirales eficaces para interrumpir la replicación del virus en personas inmunodeficientes, es necesario para poder gestionar el riesgo de difusión de las cepas iVDPV».
septiembre 2/2015 (Diario Médico)