jun
11
El grupo de Manel Esteller, en el Idibell, describe un marcador de respuesta a los inhibidores de BRAF.
La hipometilación que reactiva la transcripción críptica de Rab GTPasa y activa la proteína TBC1D16 está implicada en la cascada de mecanismos que desencadenan el proceso de metástasis en el melanoma, según un artículo dirigido por Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (Idibell), investigador Icrea y profesor de Genética de la Universidad de Barcelona (UB).
El trabajo, que publica la revista «Nature Medicine«, concluye además que las células que presentan esta alteración son susceptibles de responder mejor a los nuevos tratamientos moleculares dirigidos contra marcadores específicos, por lo que se postula como un útil biomarcador de respuesta terapéutica.
Esteller ha recordado que la aparición de metástasis es la responsable del 90 % de las muertes en pacientes con cáncer. «Por ello, intentar entender los mecanismos implicados en este proceso es uno de los objetivos principales en nuestro campo de investigación». Además, ha recordado que uno de los tumores con mayor capacidad de producir metástasis es el melanoma, «cuya incidencia está aumentando en las últimas décadas debido a la mayor exposición solar».
Un solo gen
Este grupo de trabajo, en su ardua búsqueda de cambios epigenéticos causantes de metástasis, pudo detectar que «solo un gen se alteraba de forma epigenética en las metástasis de melanoma, mama y colon: el TBC1D16″.
En este trabajo se han analizado y comparado muestras de tumores primarios con las de metástasis de pacientes y se ha podido comprobar que la activación de dicho gen está presente en las células metastásicas, mientras que en las originales, así como en las células sanas, está silenciado.
«Hemos observado que el TBC1D16 se enciende como una bombilla para guiar a las metástasis que se escapan de su sitio de nacimiento». Además, ha detallado que este gen se encuentra en un «cruce de caminos» de las vías de señalización celular y es el responsable de modular a potentes oncogenes como el BRAF y el EGFR. «Y lo que es sumamente interesante es que estas metástasis del melanoma se vuelven adictas a estos genes y entonces la terapia con fármacos que los tienen como diana, llamados inhibidores de BRAF y de MEK, es más efectiva».
A partir de estos hallazgos, los próximos objetivos de investigación en esta línea serán, además de buscar otros genes con alteraciones epigenéticas, extender el estudio a otros tipos tumorales, «para ver cuán general es el mecanismo descubierto».
Además, otra de las metas de Esteller y sus colaboradores es ahondar en la búsqueda de inhibidores específicos de TBC1D16 como potenciales fármacos antimetastásicos.
junio 10/2015 (Diario Médico)