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La actual crisis por los virus del ébola, chikungunya, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el de la influenza en el mundo, hace necesario que los países apuesten más por las investigaciones en virología.
«Estamos expuestos a diferentes agentes infecciosos emergentes, por lo que es fundamental hacer ciencia básica enfocada a la biología de estos virus para que, a partir de este conocimiento, se puedan diseñar fármacos y vacunas», afirma Carlos Arias Ortiz, del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
«Sin embargo, para esto se requiere tener una masa crítica de investigadores en virología, algo en lo que tenemos que poner atención y que mejorar en México», subrayó.
Este año, Arias Ortiz ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2014 en el área de ciencias físico-matemáticas y naturales por sus estudios para entender las diferentes fases de replicación de los virus, en particular de los astrovirus y rotavirus, causantes comunes de gastroenteritis severa en niños pequeños.
Una de las contribuciones más sobresalientes que ha hecho junto con su grupo de trabajo en el campo de la virología, es la propuesta pionera de un modelo del mecanismo de entrada de los rotavirus a la célula hospedera.
Un aspecto adicional que también le interesa estudiar es la interacción del virus con la célula hospedera. Durante una infección, el virus secuestra la maquinara de la célula hospedera para producir nuevos virus, comentó el también miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
Como medida de defensa, abundó, la célula produce interferón (unas proteínas producidas naturalmente por el sistema inmunitario de la mayoría de los animales como respuesta a agentes patógenos) entre otras moléculas para evitar la replicación del virus.
Sin embargo, a lo largo de su evolución, los virus han desarrollado mecanismos para contrarrestar el ataque celular, lo que cual se convierte en una «carrera armamentista» en la que la célula procesa sus mecanismos para inhibir al virus y este a su vez otros para enfrentar a las defensas de la célula», explicó.
El grupo de Arias Ortiz trabaja también en el diagnóstico de virus relacionados con enfermedades gastrointestinales y respiratorias, diseñando métodos que pueden detectar la presencia de un número muy amplio de virus.
Esto mediante el desarrollo de una plataforma de microarreglos (un conjunto ordenado de genes que se distribuyen en una pequeña superficie) constituidos por secuencias cortas de material genético, que son además capaces de identificar los subtipos de patógenos importantes, tales como la influenza A y rotavirus.
De hecho, en 2010, su equipo tuvo el apoyo para transferir la tecnología para realizar el diagnóstico específico de la cepa de influenza AH1N1, responsable de la epidemia de 2009, a la empresa Biodetecta.
También fue comisionado para investigar el brote de influenza en el poblado de La Gloria en Perote, Veracruz, donde se pensaba que había iniciado la epidemia. A la fecha impulsa la consolidación del Laboratorio Nacional de Respuesta a Enfermedades Emergentes, en el IBt.
diciembre 17/2014 (Notimex)
Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2014 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.