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Científicos de la Universidad de California (Estados Unidos) han descubierto que la oxitocina es indispensable para mantener los músculos sanos y repararlos, así como que, en ratones, sus niveles disminuyen con la edad. El estudio, publicado en «Nature Communications«, presenta a la oxitocina como el tratamiento más novedoso para combatir la sarcopenia.
Este nuevo trabajo ha determinado que, en ratones, los niveles en sangre de la oxitocina disminuían con la edad. Además, también ha demostrado que hay menos receptores de la hormona en las células madre musculares de los modelos más mayores frente a los más jóvenes.
Para simular el papel de la oxitocina en la reparación muscular, los investigadores inyectaron la hormona en ratones mayores durante cuatro días y luego durante otros cinco días después de que lesionasen los músculos. Tras los nueve días de tratamiento, descubrieron que los músculos de los ratones que habían recibido el tratamiento sanaban mejor que los del grupo de control. «La acción de la oxitocina fue rápida. La reparación del músculo en los ratones mayores estaba al 80 % de lo que vimos en los ratones jóvenes», afirma Christian Elabd, científico del laboratorio de Irina Conboy, la investigadora principal.
Sin embargo, administrar un impulso adicional de oxitocina a los ratones jóvenes no causó cambios significativos en la regeneración muscular. «Esto es bueno, porque demuestra que las dosis de oxitocina impulsan la reparación de las células madre del tejido envejecido sin provocar una división descontrolada de las células madre musculares», añade Wendy Cousin, también investigadora del laboratorio de Conboy. Además, descubrieron que bloquear los efectos de esta hormona en los ratones jóvenes comprometió rápidamente su capacidad de reparar el músculo, que recordaban al tejido envejecido tras una lesión.
Los investigadores también estudiaron a los ratones que tenían desactivado el gen de la oxitocina y los compararon con el grupo de control. En edad temprana, no encontraron diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto a la masa muscular o la eficiencia de reparación tras una lesión. Sin embargo, cuando alcanzaban la madurez, comenzaban a aparecer los signos de envejecimiento prematuro.