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Luis Callol, investigador del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, de Madrid, ha argumentado que los ácidos noanoico y proanoico pueden ser claves en el diagnóstico precoz de los tumores pulmonares, aunque la experiencia todavía es escasa.
Un grupo de investigación del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, en Madrid, ha descubierto dos nuevos biomarcadores en cáncer de pulmón. «En la población estudiada, el ácido noanoico en aire exhalado de la última porción de la capacidad vital forzada se muestra capaz de discriminar los casos de cáncer de pulmón en relación a los grupos de normalidad y a EPOC, con alta significación estadística. Del mismo modo, la ausencia de ácido propanoico discrimina el subgrupo de cáncer de pulmón sin EPOC», ha explicado a Diario Médico Luis Callol, uno de los investigadores del proyecto, quien ha recalcado que «no conocemos que los hallazgos se hayan comunicado previamente».
Callol ha expuesto los avances en este ámbito en su intervención en el XVIII Congreso Nacional de la Asociación Española de Endoscopia Respiratoria y Neumología Intervencionista, que se ha celebrado en la Hospedería de Fonseca en Salamanca. La ponencia se ha referido a la experiencia obtenida en la determinación de una serie de componentes orgánicos volátiles (VOC) en aire exhalado de cuatro grupos de población: grupo control no fumador, grupo control fumador, EPOC y cáncer de pulmón.
Estrés oxidativo
Los VOC son sustancias procedentes de la peroxidación lipídica de las membranas celulares por el estrés oxidativo, aumentado en muchas enfermedades y, muy especialmente, en los procesos tumorales. «La cualidad del pulmón de estar relacionado con el intercambio gaseoso favorece la obtención de muestras muy directas, como el aire exhalado. Se ha mostrado la disparidad de nuestros hallazgos en relación a los comunicados previamente por otros autores, haciendo una crítica de las técnicas utilizadas y de los componentes determinados», ha recalcado Callol.
En este trabajo se destaca la escasa importancia de la determinación de acetona y de isopreno por su dependencia de la dieta, del benceno, tolueno y estireno por estar relacionados estrechamente con la contaminación secundaria a los combustibles y plásticos, y de los alcanos ramificados, cuya estructura hace prácticamente imposible su procedencia de los ácidos grasos polinsaturados, cuya estructura es lineal. «A día de hoy no está explicada su procedencia. De acuerdo con nuestros estudios previos hemos volcado la atención en los aldehídos, abandonando la determinación de hidrocarburos. En esto estamos de acuerdo con las últimas publicaciones internacionales».
En cuanto a los avances en biomarcadores, el científico ha explicado que hay descritos más de 1300 marcadores y que es difícil hablar de los principales. «Basados inicialmente en lo referido en la bibliografía existente, comenzamos por determinar hidrocarburos, pero nuestra experiencia ha llevado a abandonarlos y a determinar aldehídos y ácidos orgánicos, con lo que hemos conseguido algunos resultados alentadores».
Los trabajos futuros se encuadran dentro de la línea de diagnóstico precoz del cáncer de pulmón, en especial con idea de llegar al cribado poblacional que permita abordar otras técnicas más complejas.
Concretamente, podrían ser estudios genéticos, técnicas de imagen, broncoscopia convencional, broncoscopia intervencionista… «Los VOC constituyen el exponente de la situación de estrés oxidativo y son comunes a muchas enfermedades. Hay que proseguir con estos estudios porque es difícil poner límite a sus posibilidades. En todo caso, la experiencia es todavía escasa».
julio 29/2012 (Diario Médico)
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