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La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que se mantiene en la guerra sin cuartel que le ha declarado a la industria del tabaco, a la que acusó de usar la «intimidación» y de lanzar «ataques cada vez más agresivos» para debilitar las políticas públicas contra el cigarrillo.
«Todos tenemos que aliarnos en esta batalla contra la interferencia de la industria tabacalera y la OMS rechaza terminantemente sus intentos de intimidación y sus sucias artimañas», declaró el director de la Iniciativa Libre de Tabaco de esta organización, Douglas Bettcher.
En una conferencia de prensa con ocasión del Día Sin Tabaco, Bettcher pidió unidad para contrarrestar las maniobras de las compañías, a las que acusó de intentar «atrapar» a grupos cada vez más jóvenes de consumidores.
El consumo de tabaco en el mundo permanece estable, con un 20 % de la población mundial que fuma, aunque entre los hombres la prevalencia es del 38 % y del 10 % entre las mujeres.
En términos absolutos, el número de fumadores se eleva a 1100 millones a nivel mundial, con una tendencia específica al aumento del consumo entre mujeres jóvenes en regiones como América Latina, Europa y algunas partes de Asia, precisó otro experto de la OMS en la lucha contra el tabaco, Armando Peruga.
Dijo que en esa zonas geográficas cada vez se observan más casos de adolescentes entre los 13 y 15 años «adictas a la nicotina».
De otra parte, el consumo de tabaco es directamente responsable de enfermedades y dolencias que causan la muerte de seis millones de personas cada año.
Bettcher precisó que en el siglo pasado, el tabaco provocó la muerte de 100 millones de personas, pero que las proyecciones indican que en el siglo XXI podrían haber hasta 1000 millones de víctimas mortales.
Sin embargo, las víctimas no son únicamente los fumadores, sino también quienes inhalan el humo que otros producen.
Un estudio reciente citado por Peruga revela que 300 000 personas en el mundo mueren anualmente por causas relacionadas a su exposición al humo del tabaco y que, de esta cifra, 120 000 son niños menores de cinco años, la mayor parte de ellos en frica.
En términos de interferencia de la industria con los procesos legislativos nacionales, Peruga citó los esfuerzos que las compañías de tabaco hacen para impedir que Australia introduzca un nuevo empaquetado estándar para las cajetillas.
El Gobierno australiano tiene previsto aplicar a partir de octubre próximo una nueva legislación que impedirá que las tabaqueras utilicen colores o diseños atractivos en torno a sus logotipos, los que aparecerán pero bajo un patrón único para todas las marcas.
Nueva Zelanda y el Reino Unido han declarado públicamente su intención de adoptar una medida similar a la de Australia en relación con la presentación de las cajetillas en un plazo de dos años.
«La industria está desesperada porque cada vez tiene menos opciones de encontrar espacios para publicitar sus productos», comentó Bettcher.
El representante de la OMS denunció los esfuerzos de la industria del tabaco para captar a consumidores cada vez más jóvenes y a las mujeres, es decir, a los grupos que tienen niveles de consumo de tabaco por debajo de la media.
«Más y más jóvenes empiezan a fumar a edades más tempranas (…).
En muchos países de ingresos bajos y medios vemos tendencias muy perturbadoras, como por ejemplo que la tasa de mujeres adolescentes que fuman es la misma que la de hombres jóvenes y, en muchos casos, incluso más alta», precisó.
«La industria del tabaco es un paria y debe ser despreciada, ya que no muestra ninguna intención de cumplir con las leyes existentes y adoptar mejores prácticas sobre el consumo de tabaco», recalcó Bettcher.
mayo 30/2012 (EFE).-
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2011 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»