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Alrededor de 127 millones de personas de las 570 millones que viven en los 44 países de Latinoamerica y El Caribe, están amenazadas por las denominadas «enfermedades olvidadas», que se originan en la pobreza y las condiciones sanitarias desfavorables.
El dato surge de un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que fue presentado durante el Segundo Encuentro Nacional sobre Enfermedades Olvidadas, organizado recientemente por la fundación Mundo Sano de Argentina.
Las parasitosis, la enfermedad de Chagas, la leishmaniasis y el paludismo son las principales enfermedades olvidadas con mayor presencia en la región.
Según la OPS, se estima que 26 millones de niños en edad escolar están expuestos a diversas parasitosis transmitidas por el suelo, que podrían evitarse con una eficiente campaña de prevención basada en la distribución de medicamentos.
Durante el seminario con especialistas internacionales, se resaltó que «estas enfermedades están muy vinculadas con la pobreza, con las viviendas precarias, la carencia de acceso al suministro de agua, a la educación y a los sistemas de alcantarillado».
Según surge de la investigación presentada durante el seminario, los principales grupos de riesgo de estas enfermedades son los pobladores de áreas rurales desatendidas, los habitantes de los barrios pobres suburbanos, los trabajadores migratorios, las mujeres y los indígenas.
«Podríamos decir que las poblaciones pobres de América Latina están expuestas a algunas de estas enfermedades, puede que no necesariamente a todas, pero a alguna de ellas, sí», alertó Santiago Nicholls, médico especialista en parasitología y miembro del Programa Regional de Enfermedades Infecciosas Desatendidas de la Organización Panamericana de la Salud.
La mayoría de las enfermedades olvidadas impactan sobre los individuos, sus familias y las comunidades de los países en desarrollo en términos de pérdidas de la productividad, empeoramiento de la pobreza y altos costos de la atención médica a largo plazo, explicaron los especialistas.
Una de las respuestas sanitarias contra estas enfermedades es la promoción del acceso al agua potable, al saneamiento y a la educación sanitaria, mediante la colaboración intersectorial entre los gobiernos y las organizaciones sociales, destacaron los profesionales.
Estas enfermedades también generan una cuestión de género, pues la población femenina está más expuesta a contraerlas por sus tareas hogareñas, advirtió la OPS.
«La distribución del trabajo determinada por la cultura y las responsabilidades que asumen las mujeres las dejan más expuestas a los factores de riesgo, lo que da lugar a una prevalencia mayor de la enfermedad entre ellas», se afirmó durante el seminario.
En el desarrollo del encuentro científico se presentó el «Diagnóstico de situación de la leishmaniasis urbana en Puerto Iguazú», zona de la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.
El diagnóstico surgió de un estudio por investigadores de la fundación Mundo Sano, el Instituto Nacional de Medicina Tropical y la Red de Investigación de la Leishmaniasis de Argentina (Redila).
La leishmaniasis, que es potencialmente mortal, es transmitida por un pequeño insecto volador y afecta tanto a humanos como a animales domésticos y silvestres.
Daniel Salomón, director del Instituto Nacional de Medicina Tropical de Argentina, uno de los investigadores del proyecto, señaló que están trabajando «en las fronteras entre Paraguay-Brasil y Brasil-Uruguay, organizando seminarios y talleres conjuntamente con la OPS, y también en un proyecto sur-sur, con Uganda e India», para erradicar la leishmaniasis.
octubre 31/2011 (ANSA)
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2011 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»