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El examen de ocho ojos extirpados a pacientes con retinoblastoma tratados con quimioterapia intra arterial (QIA) reveló lo que los expertos llaman evidencia \»alarmante\» de la aparición de materiales extraños durante el tratamiento ocular.
La QIA es un tratamiento \»nuevo y algo controvertido\» para el retinoblastoma: la quimioterapia se aplica directamente en el ojo y el tejido que lo rodea; para eso se utiliza un catéter en la arteria oftálmica, según el equipo del doctor Ralph C. Eagle Jr., del Instituto Ocular Wills, en Filadelfia.
Eagle aclara que existen pocos estudios sobre la histopatología de los ojos después de la QIA.
El nuevo estudio, publicado en Archives of Ophthalmology (doi:10.1001/archophthalmol.2011.223), describe lo hallado en ocho pacientes a los que se les realizó una enucleación ocular.
A cuatro se les efectuó el procedimiento porque el retinoblastoma permanecía viable tras la terapia; a dos por la aparición de un glaucoma; a uno por una reacción anafiláctica a la QIA, y a otro por el desprendimiento de la retina, lo que impedía ver el tumor.
Dos ojos revelaron una regresión tumoral total. En cuatro pacientes hubo una regresión extensa, mientras que en el resto, la regresión fue moderada a mínima.
En los casos en los que el tumor permaneció viable, se observaron semillas vítreas en cuatro pacientes, invasión del nervio óptico hasta la lámina cribosa en ambos ojos de tres pacientes, e invasión coroidea en un paciente.
Cuatro ojos tenían signos de atrofia isquémica en la retina exterior y la coroides.
Esa atrofia, que coincide con la isquemia inducida por la QIA, fue \»el hallazgo más sorpresivo\», afirmaron los autores. Otro equipo, indicaron, había informado evidencias similares.
En cinco ojos, el equipo detectó materiales extraños intravasculares birrefringentes en el trombo; ese material había gatillado una respuesta inflamatoria granulomatosa. En tres casos, eran fibras de celulosa; un ojo tenía fibras sintéticas y en dos casos no se pudo identificar el material.
El polvo en el aire podría haber sido la fuente de esos materiales, según sugirió el equipo.
En el hospital, cuando se identifica el material, los equipos que administraban la QIA dejaron de utilizar toallas de tela y eliminaron el microcatéter con salina después de la aplicación de la quimioterapia para \»evitar toda cristalización del agente en la arteria oftálmica\».
Cinco ojos tenían trombosis en vasos sanguíneos.
Los resultados histopatológicos confirmaron la observación clínica del equipo.
\»Los ojos con retinoblastoma después de la QIA revelaron evidencias de una regresión tumoral total en los ojos con evidencia de regresión clínica del tumor y confirmaron también la viabilidad del tumor en los pacientes con sospecha clínica\», concluyó.
\»Un hallazgo igualmente importante, es que la histopatología reveló pruebas de oclusiones vasculares por cuerpos extraños intraluminales\», agregaron los expertos.
Nueva York, julio 18/2011 (Reuters Health)
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.
Ralph C. Eagle Jr, Carol L. Shields, Carlos Bianciotto, Pascal Jabbour, Jerry A. Shields. Histopathologic Observations After Intra-arterial Chemotherapy for Retinoblastoma. Arch Ophthalmol. publicado en julio 11/2011.