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Se trata de hacer pasar secuencias de ADN por nanocanales mil veces más estrechos que un cabello humano hasta que adopten la figura de un diminuto espagueti. Resulta una innovadora técnica que podría convertirse en una alternativa más sencilla y efectiva para analizar el ADN que las actuales vías, consistentes en su amplificación, y de este modo aplicarla para conocer la predisposición a padecer ciertas enfermedades, diagnosticarlas o establecer la mejor terapia una vez conocido su desarrollo. Esta novedosa tecnología, conocida como DNA stretching (estiramiento del ADN), es una de las líneas de investigación en las que trabaja el centro vasco de investigación en Microtecnologías, CIC microGUNE, en el marco de la cual ya han publicado dos artículos científicos y tienen previsto solicitar en breve una patente. El método también permitiría otras aplicaciones, como identificar bacterias y virus, realizar diagnósticos forenses o proporcionar sistemas para el avance de terapias contra enfermedades crónicas.
La técnica en cuestión consiste en el análisis de una sola molécula después de estirarla. Midiendo su longitud y analizando su secuencia se convierte en una herramienta de suma importancia que podría permitir la detección de virus, bacterias o analizar alteraciones genéticas asociadas a la predisposición a desarrollar una determinada enfermedad a la vez que puede llegarse a determinar la susceptibilidad a ciertos medicamentos.
Para estirar las moléculas de ADN, es necesario hacerlas pasar por canales de dimensiones ínfimas. La unidad de micro y nanoingeniería de CIC microGUNE -basándose en una tecnología conocida como litografía de nanoimpresión- ha fabricado dispositivos que contienen canales sellados de hasta 50 nanómetros, lo que implica que 1000 canales cabrían en el diámetro de un pelo humano. La fabricación de estos sistemas fluídicos de paso de ADN requiere el uso de tecnologías de fabricación complejas asociadas a la nanotecnología. Dichas tecnologías combinan alta resolución con alta capacidad de producción, y permiten, por tanto, la extensión de estos dispositivos a su fabricación en serie.
Los dispositivos fabricados por CIC microGUNE forman parte de un conjunto particular de lab-on-a-chip (laboratorio en un chip), y se denominan “single molecule devices”, y permiten realizar diagnósticos forenses, diagnosticar determinadas enfermedades o proporcionar sistemas eficientes en el avance de terapias asociadas a enfermedades crónicas a partir de una cantidad ínfima de ADN, prácticamente el contenido de una única célula.
“Esta tecnología permite la determinación de secuencias de ADN, detectando alteraciones genéticas, lo que determina genes específicos asociados a la detección precoz de enfermedades”, explica Santos Merino, investigador. Esta misma detección puede predecir la susceptibilidad de ciertas poblaciones de individuos a ciertos medicamentos, lo que se conoce como Farmacogenética. El diseño de este tipo de chips aportará detección rápida, económica e in-situ.
Uno de los nichos donde se concentra buena parte de los proyectos de CIC microGUNE es en el de diagnóstico rápido: el desarrollo de dispositivos que permiten detectar patologías en el momento y en cualquier entorno de atención al paciente. Para ello se centran en el desarrollo de dispositivos capaces de realizar diagnósticos por análisis biomolecular de una forma rápida, debido a que serán dispositivos de tamaño muy reducido, bajo costo y desechables, lo que unido a su facilidad de uso, permitirá que sean utilizados en cualquier entorno de atención al paciente.
San Sebastián, España, marzo 30, 2011 Noticias Médicas