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Los pacientes fumadores que reciben un trasplante de hígado presentan una mayor incidencia de tumores relacionados con el tabaquismo, presentes en el 13,5% de los pacientes que fallecieron. Así lo demuestra una investigación de la Clínica Universidad de Navarra que se publicará en abril en Liver Transplantation (DOI: 10.1002/lt.22247).
Aunque se sabe que el tabaquismo es un factor de riesgo para desarrollar cáncer tanto en la población general como en los trasplantados, fumar y tomar inmunosupresores podría ser el principal factor de riesgo para la aparición de los denominados carcinomas relacionados con trasplantes.
Sin embargo, los investigadores españoles no demostraron la existencia de esta asociación. Su estudio sugiere que los indicadores más significativos son seguir fumando tras un trasplante, como el de un mayor riesgo, y dejar de fumar tras un trasplante, circunstancia que lo reduce.
Según el Dr. Ignacio Herrero, que dirigió el estudio, “fumar está relacionado con varias de las causas más frecuentes de tumor tras un trasplante”. “Hemos investigado si los riesgos de desarrollar tumores eran distintos en los pacientes que dejaban de fumar que en aquellos que seguían fumando tras el trasplante”, explica, en este estudio. Se examinaron los factores de riesgo para desarrollar, tras un trasplante, cánceres de pulmón, cabeza y cuello, esófago, riñón y tracto urinario.
El equipo analizó a un total de 339 pacientes que recibieron su primer trasplante de hígado entre abril de 1990 y diciembre del 2009 que presentaron una supervivencia tras la intervención superior a tres meses. Para ello emplearon un protocolo de cribado que tuvo en cuenta el riesgo de neoplasia relacionado con el tabaquismo en cada uno de los pacientes.
Los participantes recibieron ciclosporina o inmunosupresión basada en tacrolimus. Los factores de riesgo para desarrollar neoplasias relacionadas con el tabaquismo fueron también analizados en 135 pacientes fumadores. El objetivo era averiguar si dejar de fumar estaba asociado con un menor riesgo de desarrollar cáncer.
Los factores de riesgo para desarrollar tumores relacionados con el tabaquismo examinados fueron la edad, el sexo, el abuso del alcohol antes de recibir el trasplante, la infección por el virus de la hepatitis C, el carcinoma hepatocelular en el trasplante, la inmunosupresión primaria (ciclosporina o tacrolimus), el historial de rechazo que requirió dosis elevadas de esteroides o globulinas antilinfocítica en los primeros tres meses; el número de fármacos inmunosupresores a los tres meses y el historial de fumador.
Un segundo análisis de los factores de riesgo para el desarrollo de tumores relacionados con el tabaquismo se realizó solo en fumadores, centrándose en los activos frente a los pacientes con un historial de fumador previo.
Tras 7,5 años de seguimiento, un total de 26 pacientes fueron diagnosticados de 29 tumores relacionados con el tabaco. Las tasas cinco y diez años después fueron del 5% y del 13%, respectivamente.
En un análisis multivariable, fumar y ser mayor fueron asociados, de forma independiente, con un mayor riesgo de desarrollar tumores. En el subgrupo de fumadores, las variables relacionadas con un mayor riesgo de tumores se registraban en los pacientes que aún eran fumadores activos y en los que tenían más edad.
“Dejar de fumar tras un trasplante de hígado podría tener efectos protectores contra el desarrollo de neoplasias”, concluye el Dr. Herrero, para quien focalizar los programas de intervención contra el tabaco, junto con los programas de cribado, podrían ayudar a reducir la tasa de mortalidad por cáncer de los pacientes que recibieron un trasplante de hígado.
marzo 30/2011 (JANO)
Para los lectores del dominio *sld.cu, tienen acceso al texto completo de este artículo a través de Hinari. Liver Transplantation. Risk factors of lung, head and neck, esophageal, and kidney and urinary tract carcinomas after liver transplantation: The effect of smoking withdrawal. Versión preliminar. marzo 28/2011. Se publicará en abril en : Volumen 17, No. 4, pág. 402–408.