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Una investigación canadiense reciente halló que el riesgo potencial de cáncer por la radiación de las mamografías podría ser leve en comparación con los beneficios de las vidas que se salvan mediante la detección temprana.
El estudio aparece publicado en línea y se publicará en edición impresa de enero 2011 en la revista Radiology.
El riesgo de cáncer de mama inducido por la radiación \»es un tema frecuente entre las mujeres y las personas que critican las pruebas de detección, la frecuencia con que se realizan y las personas que se las deben hacer\», señaló el autor del estudio, el Dr. Martin J. Yaffe, científico especializado en la investigación del diagnóstico por imágenes del Centro de Ciencias de la Salud Sunnybrook y profesor en los departamentos de Biofísica médica e Imagenología médica de la Universidad de Toronto, Canadá.
\»Este estudio dice que el beneficio de hacerse una mamografía es muy superior al riesgo que una persona pueda tener por la radiación de una mamografía de baja dosis\», dijo el Dr. Arnold J. Rotter, jefe de la sección de tomografía computarizada y profesor clínico de Radiología del Centro Oncológico Integral City of Hope, en Duarte, California.
Yaffe y su colega, el Dr. James G. Mainprize, desarrollaron un modelo matemático para calcular el riesgo de cáncer de mama inducido por la radiación después de la exposición a la radiación de las mamografías, y luego calcularon el número de cánceres de mama, cánceres de mama mortales y años de vida perdidos, atribuidos a la exposición de radiación por prueba de mamografía.
Introdujeron en el modelo una dosis de radiación típica de la mamografía digital, 3,7 milligrays (mGy), y la aplicaron a 100 000 mujeres escogidas de forma hipotética, seleccionadas cada año entre las edades de 40 y 55 años, luego cada dos años en féminas con edades comprendidas entre los 56 y 74 años.
Calcularon cuál sería el riesgo de la radiación a través del tiempo y tomaron en cuenta otras causas de muerte. \»Utilizamos un modelo de riesgo absoluto\», señaló Yaffe. Es decir, uno que calcula \»si un cierto número de personas recibe una determinada cantidad de radiación, en el futuro causará un cierto número de cánceres\», agregó.
Ese modelo de riesgo absoluto, destacó, Yaffe, es más estable cuando se aplica a varias poblaciones que los modelos de riesgo relativo, que dicen que el riesgo de una persona es un determinado porcentaje más alto en comparación con, en este caso, las mujeres que no se hacen mamografías.
Encontraron: Si 100 000 mujeres se hacen una mamografía anual a partir de los 40 y hasta los 55 años, luego una mamografía cada dos años hasta los 74 años, se podrían atribuir a la radiación de la mamografía 86 cánceres de mama y 11 muertes.
Dicho de otro modo, apuntó Yaffe: \»las posibilidades de desarrollar un cáncer de mama por la radiación es de 1 entre 1000. Las probabilidades de morir es de 1 entre 10 000\». Sin embargo, el riesgo de cáncer de mama de por vida se calcula en cerca de uno cada ocho o nueve años, añadió.
Debido a la radiación por mamografía, el modelo concluyó que como consecuencia a la exposición se perderían 136 años-mujer, que se define como 136 mujeres que mueren un año antes de su esperanza de vida o 13 mujeres que mueren 10 años antes de su esperanza de vida. Pero 10 670 años-mujer se salvarían por la detección temprana.
Los datos para calcular las muertes por exposición a la radiación se obtuvieron de otras fuentes, como la de los pacientes que recibieron radiación de armas nucleares en Japón. \»Realmente no tenemos ninguna evidencia directa de que una mujer haya muerto a causa de la radiación recibida durante la mamografía\», apuntó Yaffe.
\»No estoy minimizando la preocupación de la radiación\», señaló Rotter. \»Todo es un equilibrio\». Por ejemplo, las mamas más jóvenes, en particular las de las mujeres de 40 a 49 años, son más sensibles a la radiación que los de las mujeres mayores, pero el nuevo estudio muestra que es mejor hacerse la prueba de mamografía que omitirla.
Canadá, noviembre 22/2010 (HealthDay)