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Investigadores de la UAB han llevado a cabo dos estudios reveladores sobre TRPV2, un canal iónico fundamental en varias funciones celulares, que lo señalan como posible nueva diana terapéutica en la hora de tratar la hipertensión. Han descubierto los efectos dilatadores de los vasos sanguíneos que provoca su activación y, de la otra, han identificado una molécula capaz de activarlo de manera más potente que los fármacos conocidos hasta la fecha.
El canal iónico TRPV2 está formado por unas proteínas que hay a la membrana de algunas células y que, cuando se activan, permiten la entrada de iones positivos del medio extracelular.
Esto cambia el estado de la célula, modificando temporalmente aspectos como por ejemplo su capacidad para replicarse, contraerse (en el caso de una célula muscular) o incluso provocando su muerte.
TRPV2 son importantes en la función cardíaca y neuromuscular, la inmunidad y el metabolismo, y se asocian con patologías como la distrofia muscular y el cáncer. No obstante, todavía se desconoce en gran medida su capacidad para interaccionar con otras moléculas.
Estudios liderados por investigadores del Departamento de Farmacología, Terapéutica y Toxicología, el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular y el Instituto de Neurociencias de la UAB han estudiado a fondo estas proteínas.
En un primer estudio, coordinado por el Dr. Francesc Jiménez-Altayó, publicado en la revista Life Sciences, se analizaron en ratones machos los mecanismos implicados en la contracción y la relajación de los vasos sanguíneos por activación de TRPV2. Los investigadores vieron que TRPV2 produce múltiples efectos en las diferentes capas del vaso sanguíneo, que resultan en vasodilatación.
Esto es importante porque es la primera vez que se identifican los mecanismos implicados en la activación de TRPV2 en los vasos sanguíneos y se ve que conducen a la dilatación de los mismos. Este estudio supone un punto de partida muy importante para utilizar esta activación de TRPV2 como estrategia terapéutica frente a enfermedades que cursan con excesiva vasoconstricción, como podría ser la hipertensión”, explica el Dr. Jiménez-Altayó.
En un segundo estudio coordinado por el Dr. Álex Perálvarez-Marín, publicado en la revista Computational and Structural Biotechnology Journal, el grupo de investigación empleó técnicas informáticas (los llamados análisis in silico) para identificar un conjunto de 270 moléculas que, por sus características físicas y químicas, podían interaccionar con TRPV2, y las agruparon por familias en función de cómo cada una de estas moléculas se uniría a TRPV2. Entonces, expresando la proteína TRPV2 en levadura, se diseñó un sistema de criba para probar sus efectos. Esto permitió encontrar una molécula (el 4-piperidin-1-sulfonil-benzoico) capaz de activar esta proteína de forma más potente que el único fármaco conocido hasta ahora que lo hacía: el probenecid.
“Esto es importante porque la activación de TRPV2 producida por la nueva molécula que se ha identificado en este estudio tiene un efecto vasodilatador muy interesante que puede ser utilizado en un futuro como terapia antihipertensiva. Además, se ha observado un efecto ligado al sexo de los ratones, el que abre las puertas a una terapia ajustada y personalizada a cada paciente, especialmente por el hecho del sesgo de sexo en la prescripción de fármacos. Evidentemente habrá que seguir haciendo más estudios para conocer la posible viabilidad y comercialización de la molécula como medicamento”, concluye el Dr. Perálvarez-Marín.
Ver artículo: Hernández EC, López Martín M, Masnou Sánchez D, Domene C, Gaudet R, Perálvarez Marín A, et al. Experimental and computational biophysics to identify vasodilator drugs targeted at TRPV2 using agonists based on the probenecid scaffold. Computational and Structural Biotechnology Journal [Internet]. 2024[ citado 7 mar2024]; 13: 473-482. DOI:https://doi.org/10.1016/j.csbj.2023.12.028
06 marzo 2024 | Fuente: EureKalert| Tomado de| Comunicado Prensa