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Brigadas sanitarias fumigaron recientemente, en Lima, el mayor cementerio de Sudamérica para erradicar al mosquito transmisor del dengue, en un intento por controlar un nuevo brote de esta enfermedad endémica en Perú, que ha matado a una treintena de personas este año.
Medio centenar de brigadistas recorrieron desde tempranas horas las 60 hectáreas del gigantesco cementerio de Nueva Esperanza donde, además de fumigar, recolectaron larvas del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, el chikunguya y el zika.
«¡Sin zancudo no hay dengue!», es el lema de la campaña que las autoridades impulsan para concientizar a la población sobre la urgencia de no dejar agua en los floreros de las tumbas.
«Este cementerio tiene un gran potencial como criadero de zancudos, no traiga agua para los floreros, traiga arena húmeda y aserrín», instó Elmer Quichis, vocero de la campaña del Ministerio de Salud.
Los casos notificados de dengue superan los 26 000 en todo el país este año, mientras que los decesos suman 31.
Durante el recorrido, un grupo de 40 brigadistas colocó en pomos las larvas y huevos del insecto hallados en los floreros que los familiares suelen poner sobre las tumbas.
La fumigación está a cargo de 10 brigadistas encargados de eliminar a los mosquitos adultos, vehículos del contagio.
«Pensé que era como cualquier mosquito inofensivo y estaba dando vueltas, queríamos matarlo, pero no hemos podido», dijo a la AFP Noemí Arando Torres, de 49 años, una pobladora de Nueva Esperanza en el cementerio.
La mujer describió su incredulidad sobre el peligro del pequeño insecto, indicando que confundió a las larvas con pececitos de apariencia inofensiva.
«Veo en mi botella (frasco) de flores que se mueven como pescaditos, yo creí que era pescaditos y había como millones de mosquitos», indicó.
El cementerio Nueva Esperanza o Virgen de Lourdes, ubicado en el populoso distrito Villa María del Triunfo, al sur de Lima, es el camposanto más grande de Sudamérica y el segundo a nivel mundial, indicó el Ministerio de Salud.
Asentado sobre 60 hectáreas y con más de un millón de nichos, fue abierto en 1961. Es un atractivo turístico que recibe dos millones de visitantes al año, según el municipio de Villa María del Triunfo.
Los brigadistas utilizan un potente insecticida con base en fosfatos orgánicos conocido como malatión, según las autoridades sanitarias.
Los informes epidemiológicos señalan que el cementerio favorece la presencia de criaderos del Aedes aegypti y condiciona la continuidad del brote epidémico en Lima.
El dengue es una enfermedad endémica de zonas tropicales que provoca fiebres altas, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor muscular y, en los casos más graves, hemorragias que pueden llevar a la muerte.
Perú declaró en febrero pasado una alerta epidemiológica por este nuevo brote de dengue, que sumaba entonces ocho muertos y al menos 5 000 contagios.
El brote se localizó en casi la mitad del país y en Lima, donde las autoridades empezaron a fumigar en varias zonas para evitar la presencia del mosquito Aedes aegypti.
Durante 2021, Perú registró 39 muertes y 49 274 casos de dengue. En 2020, hubo 86 fallecidos y 46.749 casos por esa enfermedad, según el Ministerio de Salud.
Los dos años de pandemia de covid-19 (2020 y 2021) reflejan un alza del dengue en comparación al último año prepandémico: en 2019 los muertos sumaron 37 y los contagios 15 287.
La pandemia provocó disrupciones en la atención de las enfermedades tropicales -como el dengue-, que pueden demorar su control o eliminación, advirtió el pasado enero la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El dengue se detectó en el país por primera vez en 1984 y se convirtió en una enfermedad endémica.
junio 03/2022 (AFP) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.