Los países miembros de la Organización Mundial de Salud (OMS), tenían previsto confirmar el martes un segundo mandato de cinco años de Tedros Adhanom Ghebreyesus, como director de la agencia sanitaria de Naciones Unidas.

Tedros Adhanom Ningún otro candidato optó al puesto, en medio de las complicaciones provocadas por la devastadora pandemia del coronavirus.

Tedros, exministro del gobierno etíope, ha dirigido la OMS durante su gestión de la respuesta global al COVID-19, y recibido críticas en ocasiones muy duras por sus varios errores. Es el primer africano que dirige la agencia y el único director general que no es un doctor en medicina.

Bajo la dirección de Tedros, la agencia de salud de la ONU no llamó la atención a países como China por deslices de los que los funcionarios de la OMS protestaron en privado, desaconsejó durante meses el empleo de mascarillas y en un principio dijo que era improbable que el virus mutase con rapidez.

Los científicos reclutados por la OMS para investigar los orígenes del coronavirus en China dijeron que la crucial pesquisa quedó «paralizada» el año pasado tras emitir un reporte que incluso Tedros reconoció había descartado de forma demasiado prematura la posibilidad de una fuga de laboratorio.

«Ha habido algunos errores, pero Tedros también ha sido una voz firme durante toda la pandemia, que defendía una respuesta equitativa», dijo Javier Guzman, director de política de salud global en el Center for Global Development en Washington.

Tedros ha arremetido a menudo contra los países ricos por acaparar el suministro limitado de vacunas del mundo e insistido en que las farmacéuticas no hacen suficiente para que los pobres puedan acceder a sus medicamentos.

Cuando la atención de casi todo el mundo se centró en Ucrania ante la invasión rusa, Tedros criticó a la comunidad global por no hacer suficiente por resolver crisis en todas partes, por ejemplo, en Yemen, Siria y Afganistán, y dijo que quizá era porque los que sufrían no eran blancos.

Aun así, los críticos dijeron que Tedros ha fracasado en temas fundamentales, como exigir responsabilidades a su personal, tras las acusaciones de agresiones sexuales contra mujeres jóvenes en República Democrática del Congo por parte de docenas de trabajadores que respondían ante la OMS durante el brote de ébola que comenzó en 2018. Ninguno de los responsables de la OMS informados de las acusaciones, y que no hicieron gran cosa por detener los abusos, ha sido despedido.

Algunos expertos han expresado su preocupación porque la OMS no cumple su papel principal de agencia técnica que presta orientación basada en la ciencia a los países.

El doctor David Tomlinson, un cardiólogo que ha hecho campaña para que se mejoren los equipos de protección del personal de salud británico, expresó su consternación por las recomendaciones de la OMS, en especial sus reparos a reconocer que el COVID-19 se propaga con facilidad por el aire.

En julio de 2020, más de 230 científicos publicaron un reporte en el que pedían a la OMS que reconociera que el coronavirus se transmitía por el aire, y que finalmente llevó a la organización a modificar algunas de sus recomendaciones.

«Ha perpetuado falsedades que en definitiva condujeron a la muerte a decenas de millones de personas», dijo, citando una estimación de que 15 millones de personas murieron durante la pandemia. «Necesitamos una agencia que no tenga miedo de decir la verdad, pero por desgracia no es lo que tenemos».

mayo 24/2022 (AP) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

mayo 26, 2022 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: Salud Pública, Sociología | Etiquetas: , , , |

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