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Las células madre derivadas de la sangre menstrual tienen una gran capacidad de renovación, lo que las convierten en idóneas para la terapia en medicina regenerativa.
Investigadoras de la Universidad de Málaga han analizado las propiedades e identidad de las células madre derivadas de la sangre menstrual, las denominadas ‘MenSC’- -células estromales derivadas de la sangre menstrual con propiedades de células madre mesenquimales- caracterizadas por poseer una gran capacidad de auto renovación, lo que la convierten en idóneas para la terapia en medicina regenerativa y enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario.
En este momento, las científicas Elena González Muñoz y Alicia Sánchez Mata, pertenecientes al Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (BIONAND), se encuentran trabajando en su definición a nivel celular y molecular. “No es sencillo, pero de manera muy simplificada, son una fracción de las células que forman parte del endometrio que se desprende durante el sangrado menstrual y que tienen propiedades de autorrenovación in vitro (en placa) y presentan cierta capacidad para diferenciarse en otros tipos celulares (la llamada multipotencia)”, explican.
Esta investigación, publicada en la revista iScience, muestra que dichas células ‘MenSC’ poseen un perfil molecular distinto a otras células mesenquimales y que, además, son propensas a la reprogramación celular. “El término reprogramación celular se refiere a la transformación de cualquier célula del cuerpo en una célula madre pluripotente, es decir, con capacidad para diferenciarse a otro tipo celular del organismo. Para ello se utiliza la sobreexpresión artificial o exógena de unos genes característicos, como los presentes en el estado embrionario, para generar estas células pluripotentes inducidas (iPSCs)”, señala la investigadora del Departamento de Biología Celular, Genética y Fisiología de la Universidad de Málaga González Muñoz.
Reprogramación celular
Inicialmente, el primer caso de reprogramación celular se consiguió a partir de células en un modelo animal, en el año 2006, y supuso un cambio de perspectiva en torno al funcionamiento de las células; posteriormente, un año más tarde, se llevaría a cabo con células humanas, gracias al grupo del investigador laureado con el premio Nobel de Medicina en 2012, Shinya Yamanaka. Según las investigadoras, este hallazgo ha revolucionado el campo de la biomedicina y la medicina regenerativa, especialmente cuando intervienen células humanas adultas para ser reprogramadas, ya que ha abierto enormemente las posibilidades a la hora de estudiar y tratar enfermedades.
En los últimos años, se han seguido sumando grandes avances moleculares. González Muñoz subraya, en este sentido, la posibilidad de hacer modelos humanos tridimensionales de enfermedades cada vez con mayor precisión, que permiten entender las rutas moleculares de muchas patologías y generar estrategias terapéuticas. Por ejemplo, destaca la científica de la UMA, generar un pequeño cerebroide a partir de una pequeña biopsia de piel para estudiar alguna enfermedad neurodegenerativa.
A partir de estos avances, el estudio de la Universidad de Málaga da un paso más y plantea una exploración a fondo de las células MenSC, que comparten la expresión de algunos genes con los ovocitos -células germinales femeninas que se forman en el interior de los ovarios-, con un importante papel en la reprogramación celular.
“Las’ MenSC’ ejercen efectos inmunomoduladores e incluso angiogénicos -estimulan la formación de vasos sanguíneos- cuando se trasplantan y aún es necesario un análisis exhaustivo de sus mecanismos. Debemos tener en cuenta que es posible que nos estemos perdiendo propiedades únicas de estas células al compararlas y usar las propiedades de las bmMSC -células madre obtenidas de la médula ósea- como el estándar dorado”, afirma González Muñoz, investigadora principal del laboratorio de reprogramación celular y del estudio.
Así, la experta recalca la capacidad de autoregeneración cíclica que tiene el endometrio tanto a nivel celular como tisular y señala que “es un fenómeno muy llamativo, complejo y aún con muchas incógnitas a nivel de mecanismos moleculares”.
Próximos pasos
Igualmente, la científica de la UMA advierte de la precaución que debe tenerse al buscar una aplicación terapéutica de las células, ya que “la traslación de los resultados en células madre mesenquimales a ensayos clínicos ha sido a menudo decepcionante, lo que ha provocado mucha controversia en el pasado y respalda la necesidad de conocer en profundidad las características y mecanismos celulares antes de pasar a la clínica”.
“Todavía se necesita mucha investigación sobre la definición de identidad celular de las ‘MenSC’, el efecto que tiene sobre sus características, el hecho de cultivarlas, el método de aislamiento, el origen de las donantes o el uso de métodos de enriquecimiento celular que pueden afectar a sus resultados reparadores o regenerativos, y que deben definirse primero para evitar apresurar su uso clínico”, matiza.
En este sentido, González Muñoz apunta a próximos estudios que, además de seguir profundizando en la caracterización a nivel celular, permitan descubrir más acerca de la manera en la que se comunican con células vecinas, qué mensajes se envían o qué las hace tan fáciles de reprogramar, en definitiva, ser convertidas en células pluripotentes, semejantes a las células madre embrionarias.
Referencia:
Sánchez-Mata A, González-Muñoz E.: Understanding menstrual blood-derived stromal/stem cells: Definition and properties. Are we rushing into their therapeutic applications?, iScience, Volume 24, Issue 12, 2021, 103501, ISSN 2589-0042, https://doi.org/10.1016/j.isci.2021.103501.