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Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, que se celebró recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha planteado nuevas orientaciones que ayudarán a acelerar los esfuerzos de los países para impedir que las personas infectadas por la tuberculosis (TB) desarrollen la enfermedad, gracias a la administración de un tratamiento preventivo, con el objetivo de “salvar millones de vidas”.
Se estima que una cuarta parte de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis. Estas personas no están enfermas ni son contagiosas. Sin embargo, dicha organización mundial resalta que “corren un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de la tuberculosis especialmente aquellas que tienen un sistema inmunitario debilitado”.
Por ello, matiza que “ofrecerle un tratamiento preventivo frente a la enfermedad no solo servirá para protegerlas de la enfermedad, sino que también reducirá el riesgo de transmisión comunitaria”. En 2018, 10 millones de personas enfermaron de tuberculosis en el mundo y 1,5 millones de personas perdieron la vida a causa de esta enfermedad.
“El COVID-19 está demostrando hasta qué punto pueden ser vulnerables las personas con enfermedades pulmonares y sistemas inmunitarios debilitados”, señaló el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien concretó que “el mundo se ha comprometido a acabar con la tuberculosis para 2030”, por lo que “mejorar la prevención es la clave para que esto ocurra”. También, subrayó que “es necesario que millones de personas puedan recibir tratamiento preventivo contra la tuberculosis para detener la aparición de la enfermedad, evitar sufrimientos y salvar vidas”.
marzo 25/2020 (Acta sanitaria)