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Los expertos reunidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante dos días concluyen que aún es pronto para indicar el momento en el que se encuentra la epidemia, y priorizan las investigaciones en el desarrollo de test de detección y en la identificación del origen animal del brote.
Más de 300 investigadores y especialistas en salud pública se han reunido durante dos días en Ginebra para trazar un plan de acción con el que avanzar en el conocimiento del coronavirus COVID-19 y establecer cuáles son las prioridades en la investigación. Y como era de esperar, el encuentro se ha saldado con más preguntas que respuestas. No obstante, los interrogantes que se han planteado marcarán el rumbo en el manejo de una epidemia que para el director de la OMS, Tedros Adhanom, si bien se muestra estable, «todavía puede ir en cualquier dirección».
Así lo ha expresado durante la rueda de prensa en la que se hicieron públicas las conclusiones de la reunión científica, junto a los últimos datos de la epidemia que ayer por la tarde la OMS cifró en 44 730 casos de COVID-19 en China, con 1 114 muertes; 441 casos en otros 24 países y una muerte.
A las pocas horas, estos datos quedaban barridos por las autoridades chinas, que cambiaron la forma de registrar los casos. Hasta ahora los pacientes se confirmaban por medio de test, con unos equipos que no siempre estaban disponibles; sin embargo, recientemente, también se abrió la puerta a que esas confirmaciones se basen en criterios clínicos emitidos por médicos.
Así, la Comisión Nacional de Salud china ha comunicado otras 254 muertes y 15 152 nuevas infecciones elevando el total de muertes por la epidemia a 1 367 y el de casos a 59 805. Solo la provincia de Hubei, foco de la epidemia, se contabilizaron 254 muertes y 14 840 nuevos casos.
A la hora en la OMS exponía las recomendaciones alcanzadas por sus expertos, aún era incierto si el Mobile World Congress se celebraría o, como finalmente decidieron los organizadores, sería cancelado. «No existe el riesgo cero», recordó Michael Ryan, jefe de Emergencias Sanitarias de la OMS, sobre la posición de los expertos internacionales al respecto. «Todos los organizadores de grandes eventos tienen que preparar estrategias para afrontar los posibles riesgos», afirmó, sin olvidar que muchos de esos hipotéticos peligros podrían contenerse con medidas sencillas. «Pensamos que la mayoría de estos eventos pueden continuar, si se adoptan las medidas apropiadas», concluyó con una llamada a la calma, que se repitió como un «mantra» en prácticamente todas las intervenciones de los expertos, centrados en transmitir un mensaje positivo, aunque cauto.
Lo que falta por conocer
«Mientras hablamos, los grupos de investigación se reúnen con los principales financiadores de investigación para comenzar a trabajar de inmediato en las preguntas más urgentes». Entre esas prioridades, Soumya Swaminathan, directora Científica de la OMS, enumeró el desarrollo de pruebas de detección rápida (point of care), de especial interés para los países cuyos sistemas de salud están menos desarrollados; la identificación del origen del virus para «determinar cómo ha saltado de los reservorios animales al hombre», y qué aspectos del entorno han «favorecido la aparición de la infección».
La viróloga francesa Marie-Paule Kieny, una de las expertas de la OMS, se ha detenido con más detalle en los ensayos clínicos que se están realizando con diferentes fármacos. Swaminathan también se ha referido a varios candidatos de vacunas en estudio que en unos meses podrían empezar a ensayarse.
Ayer también, la OMS anunció que el brote de Ébola en la República Democrática del Congo es aún una emergencia de salud pública. «Nuestro mayor temor sigue siendo el daño que este coronavirus podría causar en un país como la RDC», reconoció Adhanom.
febrero 14/2020 (Diario Médico)