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Durante décadas se han sucedido las teorías para explicar por qué los pacientes que se someten a radioterapia de cabeza y cuello ven destellos de luz durante el tratamiento, incluso con los ojos cerrados. Sin embargo, ningún científico ha sido capaz de probar sus hipótesis. Ahora, investigadores del Centro de Cáncer Norris Cotton Dartmouth-Hitchcock, Estados Unidos, han capturado y explicado por primera vez la razón detrás de esta misteriosa luz.
En su trabajo, publicado en el The Red Journal, los científicos han recopilado datos en tiempo real para mostrar que durante la radioterapia cerebral se produce suficiente luz dentro del ojo para provocar tal sensación visual, que se asemeja a la radiación de Cherenkov, un tipo de luz producida por el paso de partículas cargadas eléctricamente en un determinado medio a velocidades superiores a la velocidad de fase de la luz.
La emisión de luz del ojo es muy sutil, difícil de detectar y probablemente por eso nadie ha podido registrar la evidencia de este fenómeno. Para lograr esto, el equipo aprovechó una tecnología especial llamada CDose, una cámara que suministra imágenes en vivo de la emisión de luz de los sistemas biológicos (animal y humano) durante la radioterapia.
A medida que el rayo de radiación pasa a través del ojo, la luz se genera dentro del humor vítreo (una sustancia trasparente parecida a la gelatina que llena el interior del globo ocular). Nuestros datos en tiempo real mostraron rigurosamente que la cantidad de luz producida es suficiente para provocar una sensación visual. Analizando la composición espectral, también mostramos que esta emisión puede clasificarse como radiación de Cherenkov, explica otro de los autores, Irwin Tendler.
Según el equipo de investigación, sus hallazgos podrían aportar varios beneficios de sus hallazgos para el tratamiento del cáncer. Por ejemplo, consideran que la técnica de imagen que han utilizado puede ser usada para monitorizar la emisión de luz del ojo durante la radioterapia y determinar directamente si la radiación penetra en el ojo.
En el caso de que el ojo sea un objetivo, este método podría proporcionar una confirmación de la emisión del rayo; en el caso de que sea involuntario, puede proporcionar evidencia de un error o de un cuasi-incidente, como una comprobación de seguridad, apunta Tendler.
Igualmente, aporta al paciente una explicación válida de este fenómeno, que puede ayudar a aliviar la ansiedad relacionada con el tratamiento. Trabajos publicados han demostrado que, si un paciente no ve destellos de luz durante la radioterapia, hay una mayor probabilidad de pérdida de visión después de la radioterapia, asegura el investigador.
Así, su método podría ayudar a determinar si realmente se genera alguna luz para relacionar potencialmente esto con la pérdida de visión pronosticada, así como también proporcionar información sobre el resultado visual a largo plazo después de la radioterapia. Los siguientes pasos del equipo son correlacionar cómo la radiación de Cherenkov ocular registrada y la dosis administrada pueden proporcionar información sobre el resultado visual a largo plazo.
enero 16/2020 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.