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Investigadores del Centro de Investigación en Red de enfermedades Respiratorias (CIBERES) en la Unidad de Tuberculosis Experimental (UTE) del IGTP han descubierto, mediante un modelo matemático que combina datos biológicos, antropológicos e históricos, que no solo los humanos han sobrevivido a pesar de las infecciones por tuberculosis, sino que, probablemente, esta infección haya tenido un papel clave en la forma actual de la sociedad.
El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, es una colaboración entre el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP), el Centro de Medicina Comparativa y Bioimagen (CMCiB), CIBERES y la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC).
Es una larga historia sobre la batalla entre las personas y las bacterias. Cuando apareció la enfermedad en el paleolítico, el crecimiento de población había caído del uno por ciento a solo el 0,003 por ciento, probablemente los pequeños grupos se infectaron y fueron muriendo. Nuestro modelo muestra como en aquella época, en que la mortalidad infantil era del 50 %, las mujeres debían tener 2 hijos supervivientes (o sea, cuatro partos) para mantener la población. Con la llegada de las cepas modernas de Mycobacterium tuberculosis, la enfermedad se hizo más mortal y aumentó las cifras necesarias para poder mantener la especie a 3 hijos supervivientes, es decir por lo menos 6 embarazos, ha dicho el investigador Martí Català.
Según los datos obtenidos en el trabajo, la única forma para que la especie sobreviviera a los estragos de la tuberculosis era incrementar la fertilidad, y la mejor forma de conseguirlo era probablemente empezar a cultivar y aumentar la producción de alimentos.
La muerte de grupos enteros solo se podía frenar con un aumento de población sin precedentes (una multiplicación de 20 veces en 100 años). Sobre este momento, personas que habían sido infectadas por cepas bacterianas anteriores y que habían sobrevivido, también comenzaron a desarrollar resistencia a la enfermedad. Irónicamente, el cambio, el are libre, el ejercicio y el campo abierto hacia los espacios cerrados humeantes y saneamiento deficiente hizo que las personas fueran menos sanas y más susceptibles a la infección, ha añadido la explica coordinadora del programa de modelización in silico en el CMCiB-IGTP, Clara Prats.
Asimismo, prosigue, el modelo desarrollado también muestra que la resistencia femenina es una pieza clave en esta batalla. Significa que debemos repensar los factores involucrados en el crecimiento de población en el paleolítico, que serán clave para comprender como ambos, el MtbC y los humanos, han sobrevivido. También debemos saber más sobre porque las mujeres son más resistentes a la tuberculosis, no solo para arrojar luz sobre cómo ha evolucionado nuestra especie, sino también porque es vital en la lucha actual para frenar la tuberculosis, todavía hoy una enfermedad mortífera y debilitante, ha recalcado.
Datos y modelización para dibujar la historia
Este estudio se ha llevado a cabo en el Centro de Medicina Comparativa y Bioimagen (CMCiB-IGTP), junto con la UPC utilizando un modelo matemático. El equipo diseñó un modelo matemático en compartimentos (TBOREX: tuberculosis, Origen y Sex) basado en cinco ecuaciones diferenciales para describir la dinámica de las infecciones por MtbC en la población.
Permite que los investigadores modelicen un escenario estándar de un grupo de personas en el que se incluye una persona infectada. De hecho, se pueden incluir y cambiar diferentes factores para mostrar cómo afectan a la dinámica de la población en el tiempo.
Además, este modelo de investigación se ha utilizado para estudiar cómo interaccionaban las cepas antiguas y modernas de tuberculosis, cuáles son los factores necesarios para mantener las epidemias de tuberculosis y cómo la resistencia femenina ha sido esencial para la coevolución del MtbC y los humanos.
Es una parte importante del trabajo en el CMCiB; utilizando las llamadas técnicas in silico, o computacionales, para utilizar los datos existentes de experimentos para hacer nuevos descubrimientos. En este caso, tenemos nueva información sobre nuestro pasado, pero también sobre cómo nos podemos defender mejor de una de las más importantes amenazas de la humanidad en la edad moderna, ha zanjado Cardona.
enero 15/2020 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A