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En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un grupo de científicos estudia las células troncales cancerosas. Detener su desarrollo es una estrategia prometedora para inhibir la metástasis, proceso responsable de que el cáncer se propague de una zona a otra del organismo y, generalmente, cause la muerte, afirmó Marco Antonio Velasco Velázquez, de la División de Investigación de la Facultad de Medicina (FM).
Las células troncales cancerosas son parte de los tumores: si es de tipo hematológico están en la sangre, y en tejido sólido, como la mama o la próstata, forman parte del tumor. Normalmente son más resistentes a las terapias (quimio y radioterapia), por eso nos interesa su biología, para eventualmente erradicarlas.
Conocerlas en su parte más básica servirá para crear nuevos fármacos dirigidos específicamente hacia ellas, dijo.
Se requieren nuevas estrategias terapéuticas contra esta subpoblación celular, que presenta algunas características comunes y otras diferentes al resto de las células cancerosas, detalló Velasco en el simposio.
Por ejemplo, son relevantes en el proceso de metástasis, y si pudiéramos atacarlas y erradicarlas podríamos disminuir la propagación del cáncer, remarcó.
Al evitar la metástasis, los pacientes con cáncer se quedarían con el tumor primario y tendrían mejor pronóstico de vida y de respuesta al tratamiento. Incluso, en tal caso una enfermedad muchas veces terminal podría convertirse en crónica. En todo el mundo hay grupos estudiando esta perspectiva.
Velasco puntualizó que sus investigaciones se enfocan al desarrollo de fármacos contra proteínas receptoras de membrana, que están expresadas en células troncales cancerosas, para que no proliferen, no se muevan, mueran y no formen metástasis. Los nuevos fármacos (que físicamente no existen, actualmente se están diseñando) se podrían combinar con las terapias que ya existen.
Por su parte, Aliesha González Arenas, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas «Alberto Sols» (IIBM), señaló que el análisis de este tipo de células ha abierto un campo enorme para entender por qué diferentes tumores se vuelven resistentes a cierta quimio o radioterapia, y por qué regresan en pacientes que estuvieron en remisión durante años.
Las células troncales cancerosas son altamente proliferativas e infiltrativas, y muy vascularizadas (rodeadas de gran cantidad de vasos sanguíneos que les permiten tomar nutrientes). Además, tienen capacidad para autorregenerarse y dividirse. Son muy eficientes, resumió.
González Arenas estudia dos tipos de tumores cancerosos cerebrales con alta reincidencia. Parece que las células troncales cancerosas tienen un papel relevante en su desarrollo, subrayó.
En el simposio participaron como conferencistas invitados Jean Paul Vernot, de la Universidad Nacional de Colombia, y Paolo Ceppi, de la Universidad de Erlangen, Alemania.
Ambos trabajan en áreas específicas para analizar las células troncales cancerosas, y la idea del encuentro fue conocer las investigaciones que se realizan en otros países y buscar colaboraciones.