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Una vacuna experimental recientemente desarrollada es más del ochenta % efectiva en proteger a los ratones de sucumbir a la infección por Staphylococcus aureus, según publica los autores de la investigación que se publica en Infection and Immunity, una revista de la Sociedad Estadounidense de Microbiología.
El S.aureus está asociado con una amplia gama de enfermedades agudas y crónicas, como bacteriemia, sepsis, infecciones de piel y tejidos blandos, endocarditis por neumonía y osteomielitis (infección ósea), y tiene una alta tasa de mortalidad, estimada en 20-30 por ciento en pacientes con bacteriemia (infección de la sangre).
En el estudio, los investigadores probaron la vacuna en modelos de ratones y conejos de infección por S. aureus. Más del 80 por ciento de los ratones inmunizados sobrevivieron, y dos tercios de ellos eliminaron la infección, en comparación con menos del 10 por ciento de los controles.
El día 21 tras la infección, los animales sobrevivientes, tanto los inmunizados como los controles, no mostraron signos de mala salud, como pelaje rizado u otras anormalidades en la apariencia, y todos habían recuperado el peso previo a la infección.
En los experimentos con conejos, los investigadores inyectaron el patógeno en la médula ósea tibial. Veinticuatro días después de la infección, casi dos tercios de los conejos inmunizados habían eliminado la infección; ninguno de los controles lo había hecho.
Además, mientras que los conejos de control tenían lesiones similares a agujeros dentro del hueso, los conejos inmunizados tenían lesiones más pequeñas o ninguna. Los conejos no suelen sucumbir a la infección por S. aureus.
La vacunación efectiva ‘tendría una enorme utilidad terapéutica en pacientes sometidos a cirugía, especialmente procedimientos ortopédicos y cardiovasculares donde se implantan estructuras o dispositivos médicos, y en casos de lesiones traumáticas’, destaca Janette M. Harro, profesora asistente de investigación de la Universidad de Maryland.
Las infecciones del sitio quirúrgico representan el 20 por ciento de las infecciones adquiridas en el hospital, y S. aureus es el principal agente causal.
La diversidad de enfermedades causadas por S. aureus resulta de la expresión diferencial de más de 70 factores de virulencia. Los factores de virulencia inician la colonización y el crecimiento, median el daño al huésped y dificultan la respuesta inmune.
La formación de biopelículas es un poderoso factor de virulencia. El S. aureus es difícil de erradicar en gran medida porque forma muy fácilmente biopelículas, comunidades de bacterias que se adhieren poderosamente a las superficies, como la placa dental. Son notablemente resistentes a la respuesta inmune del huésped y a los antibióticos, porque son difíciles de penetrar y porque los microbios en las biopelículas tienen un metabolismo bajo, lo que reduce aún más el potencial de entrar en las células bacterianas.
Las biopelículas se forman con frecuencia en implantes médicos como rodillas artificiales, caderas y dispositivos cardíacos. Se pueden formar en cualquier lugar donde haya una superficie, humedad y una fuente de nutrientes.
La vacuna que desarrollaron los investigadores reconoce cinco proteínas diferentes de S. aureus. Cuatro de estas proteínas son específicas de las biopelículas de S. aureus, y una es específica del S. aureus en el estado planctónico.
Identificamos candidatos a vacunas mediante la detección de proteínas de S. aureus con anticuerpos producidos durante las infecciones crónicas de S. aureus en modelos animales, explica el doctor Harro. Este método nos permitió seleccionar objetivos proteicos para la vacunación que se expresaron durante una infección y que podían ser reconocidos por la respuesta inmune.
noviembre 14/2019 (Europa Press).Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina