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Por primera vez un experimento en modelos celulares asocia ciertas partículas comunes en el aire contaminado con la pérdida de cabello.
Las partículas en suspensión que contaminan el aire de las ciudades pueden ser también causa de alopecia. Así lo indica un estudio que ha analizado el efecto de la contaminación, en concreto, las partículas finas menores de 10 micras (PM10) y las procedentes del diésel, sobre las células de la papila dérmica folicular. La investigación demostró que la presencia de estas partículas atmosféricas reduce los niveles de beta-catenina, proteína responsable del crecimiento capilar y de la morfogénesis.
El estudio también reveló que los niveles de tres proteínas (ciclina D1, ciclina E y cinasa dependiente de ciclina 2 o CDK2) también implicadas en el crecimiento del cabello, disminuían al exponerse a las partículas PM10 y el diésel particulado, dependiendo de la dosis: a mayor cantidad de contaminante, más mermaba la cantidad de las proteínas.
El investigador principal del trabajo, cuyos resultados se han expuesto en el 28ª Congreso Europeo de Dermatología y Venereología de la EADV, (celebrado recientemente), Hyuk Chul Kwon, del Centro de Investigación en Ciencia Futura de Corea del Sur, comenta que el vínculo entre contaminación atmosférica y enfermedades graves como el cáncer, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la patología cardiovascular está bien establecido; sin embargo, hay poca investigación en torno al efecto de la materia particulada sobre la piel humana y en particular sobre el pelo. Esta investigación explica la vía de acción de los elementos contaminantes sobre el folículo piloso, mostrando cómo la polución induce alopecia.
noviembre 04/2019 (Diario Médico)