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Los resultados de un estudio descriptivo sugieren que la ubicación de un melanoma maligno puede influir en el riesgo de metástasis.
El melanoma maligno que se localiza por encima del cuello puede tener más probabilidades de metastatizar que aquellos ubicados por debajo del cuello. Esta afirmación procede de un estudio observacional, desarrollado a lo largo de seis meses sobre 45 pacientes que acababan de ser diagnosticados con melanoma. Los investigadores clasificaron a los enfermos según la localización anatómica del melanoma: por encima o por debajo del cuello.
Para determinar el estadio del cáncer, realizaron una tomografía computarizada (TC). En aquellos con estadio IIa (T2a) o más, se efectuó una biopsia de ganglio centinela, con la que averiguar el alcance de la enfermedad. Los resultados de estos análisis revelaron que de los 37 pacientes cuyo melanoma se localizaba por debajo del cuello, ninguno presentaba metástasis en órganos distantes y solo uno tenía ganglio positivo. De los ocho restantes, en los que el melanoma apareció en la región superior, en dos el cáncer invadió los ganglios y metástasis a distancia. Los autores del trabajo, encabezados por Mohammed Al Abadie, del centro médico británico Royal Wolverhampton NHS Trust, concluyen que la localización del melanoma, por encima del cuello, favorece la expansión del tumor.
Está demostrado que las mutaciones en el gen que codifica BRAF, se asocian a el melanoma maligno, lo que ha transformado el manejo de la enfermedad. La localización anatómica podría ser otro factor a tener en cuenta en ese manejo, dice Al Abadi.
noviembre 04/2019 (Diario Médico)