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Un medicamento ampliamente recetado durante décadas para una afección de la vejiga ahora parece resultar tóxico para la retina, según una nueva investigación presentada en la 123 Reunión Anual de la Academia Americana de Oftalmología.
Después de un informe inicial publicado el año pasado que apuntaba que el Elmiron (polisulfato de sodio pentosano) puede estar asociado con daño en la retina, tres oftalmólogos realizaron una revisión de enfermos en el consorcio Kaiser Permanente, de los Estados Unidos y descubrieron que aproximadamente una cuarta parte de los enfermos con exposición significativa a Elmiron mostraban signos definitivos de daño ocular, y que esta toxicidad por medicamentos podría enmascararse como otras afecciones retinianas conocidas, como la degeneración macular asociada a la edad o distrofia de patrones.
La cistitis intersticial causa dolor crónico en el área de la vejiga y la pelvis. Se estima que más de 1 millón de personas en los Estados Unidos, en su mayoría mujeres, tienen la afección y Elmiron es la única píldora aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) para tratarla. Como pilar del tratamiento durante décadas, es probable que cientos de miles de personas hayan estado expuestas al medicamento.
El año pasado, Nieraj Jain, del Emory Eye Center en Atlanta, informó que seis enfermas que habían estado tomando Elmiron durante aproximadamente 15 años habían desarrollado cambios inusuales en su mácula. Debido a que nada en el historial médico de los enfermos o las pruebas de diagnóstico explicaron el patrón sutil pero sorprendente de anormalidades, el doctor Jain y sus colegas levantaron una bandera de advertencia de que el uso a largo plazo de Elmiron puede dañar la retina.
Los doctores Robin A. Vora, Amar P. Patel y Ronald Melles, oftalmólogos del Kaiser Permanente, prestaron atención a esa advertencia y observaron a su población de enfermos. Inicialmente encontraron a una mujer en tratamiento a largo plazo que fue diagnosticada erróneamente como teniendo una distrofia retiniana. Este preocupante caso los llevó a examinar la base de datos completa de Kaiser de 4,3 millones de enfermos.
Encontraron 140 enfermos que habían tomado un promedio de 5 000 píldoras cada uno en el transcurso de 15 años. De esos 140 enfermos, 91 aceptaron venir para un examen. Los doctores Vora, Patel y Melles tomaron imágenes detalladas de la parte posterior de sus ojos y luego dividieron las imágenes en tres categorías: normal, posible anormalidad, anormalidad definida. Veintidós de los 91 enfermos mostraron signos claros de toxicidad por drogas. La tasa de toxicidad aumentó con la cantidad de droga consumida, del 11 por ciento de los que tomaron 500 a 1 000 gramos al 42 por ciento de los que tomaron 1 500 gramos o más.
Es lamentable, admite el doctor Vora-. Usted trata un enfermo con una afección crónica como la cistitis intersticial, para la cual no hay cura ni tratamiento efectivo. Se les administran estos medicamentos porque se cree que tienen pocos efectos secundarios y pocos riesgos, y nadie lo piensa nuevamente. Y año tras año, la cantidad de píldoras que están tomando aumenta.
Debido a que no está claro cuánto medicamento es demasiado, el doctor Vora recomienda que los enfermos que no muestran signos de toxicidad sean examinados para detectar daños en la retina al menos una vez al año. Para aquellos que muestran algunos signos de daño, recomienda que hablen con su urólogo u obstetra / ginecólogo sobre la interrupción del medicamento.
La buena noticia es que si se identifica temprano, el daño puede mitigarse al suspender el medicamento, pero en fases más tardías, la toxicidad puede imitar la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y provocar una pérdida de visión permanente.
octubre 26/2019. (Europa Press) Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.