mar
24
La Organización de las Naciones Unidasd (ONU), pide a la comunidad internacional fondos para responder a la grave crisis humanitaria creada por el ciclón, con 500 muertos, 200 desaparecidos y cerca de dos millones de afectados
Varias personas esperan para recibir agua potable tras el corte del suministro provocado tras el paso del ciclón ‘Idai’.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo ayer que se está preparando para afrontar probables brotes de cólera y de otras enfermedades infecciosas, así como de sarampión, en las extensas zonas del sureste de África arrasadasrecientemente por el ciclón Idai, en particular en Mozambique.
“Nos estamos preparando para ver la aparición de enfermedades que se transmiten por el agua, como la diarrea y el cólera”, dijo el portavoz de la institución, Christian Lindmeier. Las previsiones también apuntan a un aumento de los casos de paludismo y de enfermedades respiratorias.
Lindmeier sostuvo que las condiciones en los albergues temporales donde se cobijan los damnificados son muy precarias, sin o poco acceso a servicios de saneamiento básico y a agua potable, lo que multiplica las posibilidades de que aparezcan casos de cólera y de otras enfermedades.
Mozambique es un país propenso a la circulación de esa enfermedad y cada año, desde 2013, ha experimentado brotes de cólera, el último de los cuales fue controlado hace un año y generó 2 000 casos. Asimismo, es considerado “un país de alto riesgo de paludismo y las inundaciones aumentan este riesgo, por lo que se necesitan medicamentos, métodos de diagnóstico rápido y mosquiteros”, dijo el portavoz.
La aparición y transmisión de sarampión es otro riesgo y la OMS prepara una campaña de vacunación para intentar prevenirlo. Asimismo, la organización ha desplegado a Mozambique a expertos que evaluarán el impacto del ciclón desde el punto de vista de la sanidad y, mientras tanto, ha enviado suministros que incluyen 10 000 tratamientos de malaria para tres meses y material para atender a heridos graves. “Sabemos por ahora que en Mozambique hay 53 centros de salud dañados, pero no contamos con una evaluación apropiada porque muchos sitios son inaccesibles”, declaró Lindmeier. Varios países han ofrecido equipos médicos, ofertas que están siendo estudiadas por las autoridades con la asesoría de la OMS, ya que lo más urgente ahora es que se restablezca la atención de salud de primer y segundo grado.
Un portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) anunció el envió de equipos de emergencia y de asistencia básica para los damnificados, en particular aquellos de otros países que viven en campamentos de refugiados. “Deseamos mostrar nuestra solidaridad con los países de la región que por décadas han acogido generosamente a refugiados y compartido con ellos sus escasos recursos”, dijo el portavoz de Acnur, Babar Baloch. Los refugiados han sido particularmente afectados en Zimbabue, donde el campamento de Tongogara, en el que viven 13.000, está ubicado en uno de los dos distritos más afectados.
El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamamiento a todo el mundo para que contribuya con fondos a la respuesta al ciclón Idai. Guterres aseguró que Naciones Unidas está operando con financiación inicial facilitada por varios donantes y con 20 millones de dólares aportados por la propia organización. “Hace falta mucho más apoyo internacional”, advirtió el diplomático portugués, que reclamó al mundo solidaridad con los tres países afectados.
Hasta ahora, tanto las autoridades nacionales como la ONU y otras organizaciones se han centrado en tareas de búsqueda y rescate para tratar de salvar miles de vidas en las amplias zonas que han quedado inundadas. Guterres alabó ayer esa respuesta inicial, calificando de “héroes” a los trabajadores humanitarios que han rescatado a familias de los techos de sus casas o que están repartiendo productos básicos en las comunidades afectadas.
Un desastre sin precedentes
La ayuda, sin embargo, deberá continuar durante meses, según insistió, dada la destrucción de cultivos y de infraestructuras básicas como viviendas, escuelas, hospitales y carreteras.
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, se trata de un desastre sin precedentes en la zona, con más de 200 000 personas que necesitan asistencia urgente durante los próximos tres meses en Zimbabue, además de 920 000 en Malaui.
En Mozambique, el PMA maneja la cifra de 600.000 damnificados, pero prevé que se elevará a 1,7 millones en las zonas arrasadas por las inundaciones. El ciclón Idai golpeó el sureste africano los días 14 y 15 de marzo, dejando a su paso una gran destrucción e inundaciones muy importantes.
Las cifras oficiales hablan de 500 muertos. Además, al menos 200 personas se encuentran desaparecidas