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Investigadores de la Universidad de Concepción han demostrado que anticuerpos de humanos que han sobrevivido al hantavirus de los Andes protegen contra la infección.
Este estudio, publicado recientemente en la Science Translational Medicine, puede contribuir a combatir el síndrome cardiopulmonar por hantavirus, que causa una gran mortalidad, tanto en su tratamiento como en su prevención.
En general, el Laboratorio de Inmunovirología de la Universidad de Concepción está interesado en entender los mecanismos inmunes humanos asociados a diferentes infecciones virales. De esta manera, los científicos esperan desarrollar tratamientos para estas enfermedades y vacunas para prevenirlas.
“Actualmente, estamos trabajando en descifrar el perfil inmune asociado a ciertos individuos sobrevivientes a la infección por hantavirus de la cepa Andes en Chile, un virus extremadamente peligroso que provoca tasas de letalidad cercanas al 35 % y para cuya infección no existe un tratamiento específico”, explica a DiCYT María Inés Barría.
El portador de la cepa Andes de hantavirus (ANDV), que se encuentra en Chile y Argentina, es el ratón de cola larga (Oligoryzomys longicaudatus). La enfermedad que produce se transmite a humanos a través de material contaminado proveniente de los roedores infectados con el virus. El virus Andes pertenece a los hantavirus patogénicos del Nuevo Mundo y genera el síndrome cardiopulmonar por hantavirus”, explica la experta.
Este problema se caracteriza por tener cuatro fases. En la incubación, el individuo permanece asintomático. En la fase prodrómica se presentan síntomas inespecíficos -por ejemplo, fiebre y dolor de cabeza-, por lo cual generalmente se confunde con influenza o gripe. En la fase cardiopulmonar, en se pueden presentar disnea, hipotensión, edema pulmonar y shock cardiogénico. Finalmente, los individuos que sobreviven ingresan a una fase de convalecencia de recuperación progresiva.
En Chile el número de infectados y la tasa de mortalidad varía año a año, siendo la mortalidad histórica de alrededor de un 36 %. En concreto, la mortalidad en 2015 fue del 43 %; en 2016, del 21 %; y en 2017, del 28 %. En 2017 los casos registrados en Chile se incrementaron hasta alcanzar los 90.
“Actualmente no existe ningún tratamiento específico para tratar esta enfermedad, lo que hay es solo de soporte, en el cual los individuos son conectados a ventilación mecánica o a oxigenación por membrana extracorpórea para suplir las funciones pulmonares y cardiacas”, señala la investigadora.
Ahora se publica la primera investigación que describe el aislamiento y caracterización de anticuerpos monoclonales 100 % humanos capaces de unirse a la glicoproteína que envuelve el virus Andes y ser efectivos para permitir la supervivencia frente a esta infección letal. El trabajo se ha desarrollado en el modelo animal de hámster sirio, que es el modelo más adecuado para validar este tipo de fármacos.
De los roedores a los pacientes
En concreto, los investigadores identificaron un paciente con actividad neutralizadora del virus particularmente prometedora y aislaron los anticuerpos llamados MIB22 y JL16. Una vez administrados en los roedores, que previamente habían recibido una dosis letal del virus, consiguieron prevenir el síndrome cardiopulmonar por hantavirus en la totalidad de los casos. “Al tratarse de anticuerpos 100 % humanos, pueden ser probados directamente en personas, por lo que nos encontramos trabajando para generar un lote de dosis para ser usadas en pacientes”, apunta Barría.
De este posible tratamiento se podrían beneficiar los individuos infectados con hantavirus cepa Andes pero además, por ser anticuerpos monoclonales humanos también tienen el potencial de ser utilizados en grupos de riesgo de contagio como individuos en contacto cercano con el infectado o personal médico tratante. “Debido a que se ha documentado que el virus Andes puede ser transmitido de persona a persona, en el caso de contactos cercanos está la posibilidad de hacer seguimiento y diagnosticar lo antes posible la infección, con el objetivo de que se puedan aplicar los anticuerpos incluso antes de que se presenten los síntomas más severos”, señala la investigadora.
Además, los anticuerpos humanos tienen el potencial de ser utilizados como profilaxis. Si se demostrara que en este caso también son efectivos, podrían ser aplicarse en los grupos de riesgo de contraer esta infección como medida preventiva, por ejemplo, para turistas que visiten zonas de riesgo o trabajadores forestales o agrícolas.
Apoyo internacional
Sin embargo, aún quedan pasos que dar para que sea una realidad. “El tiempo que pase para que estos anticuerpos puedan llegar a la población dependerá de varios aspectos, uno de ellos es que se puedan fabricar en estándar GMP, lamentablemente no contamos con laboratorios de ese tipo en Chile, para lo cual necesitamos del apoyo internacional”.
A partir de ahora, los investigadores de la Universidad de Concepción tienen varios objetivos: caracterizar a nivel celular y molecular tanto In vitro como In vivo los mecanismos de acción de estos anticuerpos, aumentar su afinidad y estudiar si reaccionan con otras cepas de hantavirus tanto de América como de Europa. Por otro lado, un gran desafío es poder producir los anticuerpos en estándar GMP para avanzar en la realización de los estudios en individuos y avanzar en los aspectos regulatorios. En definitiva, “hay bastante por hacer”, apunta la investigadora.
Esta investigación no podría haberse realizado sin el apoyo financiero de CONICYT en Chile y del NIH en USA, quienes fueron los que desarrollaron y caracterizaron el modelo de infección de ANDV en hámsteres.
noviembre 30/2018 (dicyt.com)