jun
28
Las personas que han padecido un ictus pueden recuperarse antes y mejor gracias al tratamiento precoz de la disfagia, según un estudio coordinado por un equipo multidisciplinar.
Se trata de un estudio longitudinal prospectivo, que incluía 395 pacientes que habían ingresado por un ictus, y de los cuales se hizo un seguimiento a los tres y doce meses del alta. Del total, un 45 % presentaban disfagia orofaríngea como consecuencia del ictus.
La disfagia era un factor de riesgo independiente por ocasionar graves complicaciones nutricionales (malnutrición/deshidratación) y respiratorias (infecciones respiratorias/neumonía), alargar la estancia hospitalaria de estos pacientes (hasta dos días más que un paciente sin disfagia), requerir la institucionalización del paciente una vez dado de alta, empeorar la capacidad funcional a los tres meses del alta y aumentar la mortalidad tres meses después del ictus: la mortalidad de los pacientes posictus que padecen disfagia es de un 30 %, frente al 5 % de los pacientes que no la padecen tras un ictus.
Según los autores, estas complicaciones pueden evitarse con la detección sistemática y precoz de la disfagia orofaríngea y su intervención inmediata a través de dos líneas de actuación: por un lado, tratamientos de neurorrehabilitación, y por otro, estimulación cerebral y faríngea. El estudio fue publicado por Neurogastroenterol Motil 2018.
junio 27/2018 (neurologia.com)