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El linfoma de células del manto (LCM) es una neoplasia del sistema linfático poco frecuente -en torno al 6 por ciento de todos los linfomas- pero incurable, con una supervivencia media de 3-5 años. Sin embargo, la investigación reciente ha puesto de manifiesto que un subgrupo de pacientes, el 15-25 por ciento del total, presentan un curso indolente, menos agresivo, e incluso no tienen necesidad de ser tratados con quimioterapia.
Este fue el punto de partida de un estudio focalizado en el análisis de las alteraciones genómicas en el LCM, desarrollado por el Instituto de Investigación Biomédica August Pi i Sunyer (Idibaps) y financiado por la Fundación La Marató de TV3, la iniciativa de recaudación solidaria para la investigación biomédica de la televisión autonómica catalana.
A partir del análisis genómico de exomas completos, los investigadores han llevado a cabo una caracterización exhaustiva de los LCM con distintas técnicas de secuenciación masiva y microarrays, que ha permitido identificar biomarcadores pronósticos, y han desarrollado un test molecular empleado como biomarcador diagnóstico de ese subgrupo de pacientes con LCM y un curso clínico menos agresivo. «Este instrumento ayuda al hematólogo a distinguir, a partir de una muestra de sangre, si el LCM diagnosticado es del tipo agresivo o de este otro, en el que no es necesario tratar con quimioterapia intensiva desde un primer momento», señala Sílvia Bea, investigadora principal del estudio.
En este subgrupo de pacientes, sin otros síntomas más allá de los ganglios linfáticos, se aconseja entonces el control con visitas rutinarias cada seis meses. Beà explica que «hay que tener en cuenta que suelen ser personas mayores, de más de 65 años, con otras enfermedades, y en los que los efectos secundarios de la quimioterapia son más dañinos que la abstención terapéutica».
Un maratón solidario
Desde la edición del simposio de La Marató de 2012, que se acaba de celebrar, las ediciones del simposio siguientes han estado dedicadas a las enfermedades neurodegenerativas, cardiacas, diabetes y obesidad, ictus y lesiones medulares y cerebrales traumáticas, y enfermedades infecciosas. Este año volverá a estar centrada en el cáncer, que según recordó Lluís Bernabé, director ejecutivo de la Fundación, recogiendo datos del Departamento de Salud, «solo en Cataluña afecta a 38 000 personas más cada año, 22 000 hombres y 16 000 mujeres, de las que 10 000 fallecen».
Otros proyectos destacados financiados con fondos de la edición de 2012 han sido la puesta en marcha del Cancer Genome Interpreter, una herramienta informática que ayuda a los oncólogos a interpretar la información genómica de los tumores de los pacientes y en la toma de decisiones terapéuticas, cuyo desarrollo ha liderado Núria López-Bigas, del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona; y la identificación de la proteína quinasa IKK activada como nuevo biomarcador y posible diana terapéutica para el cáncer colorrectal, dentro de una investigación encabezada por Lluís Espinosa, del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM).
junio 10/2018 (diariomedico.com)